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CICLISMO

El reencuentro de Fabio Jakobsen y Dylan Groenewegen

En declaraciones a Sporza el ciclista del Jumbo-Visma reveló que se encontró con su compatriota tras la grave caída que sufrió en la pasada Vuelta a Polonia.

Dylan Groenewegen y Fabio Jakobsen, durante el esprint de la primera etapa de la París-Niza 2019 en Saint-Germain-en-Laye.
ANNE-CHRISTINE POUJOULATAFP

Dylan Groenewegen intenta cerrar por completo la pesadilla que le persigue desde el pasado mes de agosto, cuando cerró a Fabio Jakobsen en el esprint de la primera etapa de la Vuelta a Polonia, lo que provocó una dura caída del ciclista del Deceuninck Quick-Step, que llegó a estar ingresado en la UCI y que le supuso una sanción de nueve meses sin competir a Groenewegen.

Tras el regreso de Jakobsen a la competición en la Vuelta a Turquía, ahora es el turno para Dylan Groenewegen, que volverá a correr tras su sanción en el Giro de Italia. En declaraciones al medio belga Sporza el ciclista del Jumbo-Visma relató cómo espera que sea su vuelta al pelotón. "He entrenado bien en las últimas semanas, mi nivel es bastante bueno. La única duda que tengo es cómo responderé mentalmente en una carrera. ¿Cómo reaccionaré ante el pelotón? ¿Y cómo reaccionarán ante mí? Creo que habrá gente que esté contenta con mi vuelta, pero otros verán mal que pueda correr en el Giro. Acepto la opinión de todos. No creo que pueda ser peor que los últimos meses. He estado hablando con un psicólogo y me he preparado para reacciones negativas".

Groenewegen también reveló que trató de ponerse en contacto con la familia de Jakobsen para sabe cómo se encontraba tras el grave accidente. "He estado en contacto con el padre de Fabio. Le mandé un mensaje para interesarme por Fabio y recibí una respuesta amistosa, y me pareció muy bonito. Con el paso de los meses también le mandé mensajes a Fabio, aunque no me los respondió de inmediato"

De hecho el propio Groenewegen confesó que hace dos semanas pudo reencontrarse con Jakobsen en Ámsterdam para hablar de aquel incidente y darlo por cerrado definitivamente. "Hace dos semanas nos sentamos uno frente a otro en una pequeña habitación en Ámsterdam y ambos pudimos desahogarnos un poco. Fue una conversación agradable, pero prefiero guardar lo que hablamos. Lo importante es que Fabio puede volver a correr y eso hizo que fuese más fácil para él hablar conmigo".