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CICLISMO

¿Qué fue de Tom Boonen? Tirano de París-Roubaix en el siglo XXI

El belga, junto a otros excorredores, es el más laureado en el ‘Infierno del Norte’. En lo extradeportivo coqueteó con la cocaína y cometió fraude fiscal.

Tom Boonen, en un tramo de pavés de la París-Roubaix de 2017.
BERNARD PAPONAFP

Con la París-Roubaix de 2021 aplazada a octubre por la pandemia, debemos conformarnos, y no es poco, con repasar la figura de un corredor que va ligada a esta mítica carrera. Ese no es otro que Tom Boonen (Mol, Bélgica, 40 años), uno de los mejores velocistas de su generación, pero, sobre todo, uno de los mejores clasicómanos de la historia del ciclismo. Su palmarés en el llamado 'Infierno del Norte' lo corrobora, siendo el belga el corredor con más triunfos en esta prueba junto a su compatriota Roger de Vlaeminck (4 para cada uno). Por si fuera poco, es hasta la fecha el único corredor que ha sumado dos triunfos consecutivos en París-Roubaix en el siglo XXI, algo que ni siquiera su archirrival, Fabian Cancellara, pudo lograr.

Pero antes de convertirse en una gran estrella del pelotón, cabe recordar una imagen harto olvidada de sus orígenes, ya que Boonen dio sus primeros pasos como profesional en el año 2002 en el US Postal, dirigido por Johan Bruyneel y liderado por Lance Armstrong. Quizás ahí comenzó a forjarse su recio (y en ocasiones díscolo) carácter, pero lo cierto es que su aventura en el equipo estadounidense duró un suspiro, por lo que firmó con el QuickStep en la temporada siguiente. Desde entonces, Boonen se convirtió en un one club man, que dicen los aficionados al fútbol en Inglaterra, y su decisión de enrolarse en la formación belga no pudo ser más exitosa: ciclista con más victorias en Gante-Wevelgem (3), Tour de Flandes (3) y séptimo en la historia con más Monumentos (7). A esta impresionante cifra de éxitos también se suma el oro en los Mundiales de 2005 celebrados en Madrid, donde superó a Alejandro Valverde en el esprint final del Paseo de la Castellana.

Tom Boonen, en lo más alto del podio de los Mundiales de Madrid, junto a Alejandro Valverde y Anthony Geslin.
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Tom Boonen, en lo más alto del podio de los Mundiales de Madrid, junto a Alejandro Valverde y Anthony Geslin.Lars RonbogDIARIO AS

Sin embargo, no todo fueron ovaciones y alabanzas para un Tom que también dejó negros nubarrones en el plano extradeportivo. En 2008, el belga dio positivo en cocaína en un control policial, por lo que la organización del Tour de Francia le impidió participar ese año en la Grande Boucle, cita en la que ganó el maillot verde en 2007 y donde finalizó su carrera con seis triunfos de etapa. En 2013, Boonen sufrió otro revés cuando fue condenado a pagar una dura multa por fraude fiscal, ya que el belga tuvo fijada su residencia en Mónaco durante siete años cuando en realidad vivía en Bélgica.

Retirada, familia y accidentes

Después de tocar fondo con sus adicciones y de sufrir serios percances en competición, Boonen regresó a su mejor nivel para acumular más éxitos, hasta que colgó definitivamente la bicicleta en 2017, despidiéndose de su amada París-Roubaix con una 13ª posición y un digno papel de gregario para que su compañero Zdenek Stybar subiese al podio como segundo. Varios años después de su retirada, al bueno de Boonen le picaba todavía el gusanillo de la competición y coqueteó con un posible regreso a las carreteras, algo que finalmente declinó para seguir pasando tiempo con su esposa y sus dos hijas gemelas, Jacqueline y Valentine.

Accidente sufrido por Tom Boonen en el Supercar de Benelux.
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Accidente sufrido por Tom Boonen en el Supercar de Benelux.Diario AS

Recientemente, también ocupó su tiempo libre con el ciclismo, ligado a la estructura del equipo Lotto Soudal como asesor técnico y de material, además probar el automovilismo, otra de sus grandes pasiones que, sin embargo, le trajo un buen susto. Y es que cuando participó en 2019 en una prueba correspondiente a las Supercar Benelux Challenge sufrió un accidente que pudo acabar con su vida. "Acababa de subirme al volante de nuestro prototipo y tuve que luchar con otros coches más lentos. Uno de ellos era el Mercedes de Kenneth Heyer. Me dejó algo de espacio, pero cuando llegué a su altura nos chocamos. Su coche literalmente aterrizó en el mío, a diez centímetros de mi cabeza. Tuve suerte", explicó Boonen a medios belgas tras su accidente. No fue la única vez que salió ileso de un coche, ya que también sufrió otro percance cuando aún era ciclista al estrellar su propio vehículo contra un árbol por esquivar a otro coche que invadió su carril en dirección opuesta. En resumen, un superviviente, con una trayectoria profesional de 122 victorias (33º puesto en el Salón de la Fama) que dejó una huella imborrable en el ciclismo, por lo bueno y lo malo...