Del "todo o nada" de Stuyven a la "decepción" de Ewan
Jasper Stuyven sumó su primer Monumento con un sorprendente ataque que frustró a los favoritos, que ya se preparaban para el esprint.
Jasper Stuyven dio la sorpresa con su triunfo en la Milán-San Remo. El belga sumó la novena victoria de su trayectoria, en la que había logrado clásicas como la Kuurne o la Het Nieuwsblad del año pasado, también una etapa de la Vuelta 2015, pero nunca un Monumento. Encima, por delante de los a priori teóricos favoritos, Van Aert (3º), Van der Poel (5º) y Alaphilippe (16º), con un ataque que le permitió llegar unos metros por delante: "Sabía que había tres hombres muy fuertes y busqué la victoria por delante. Podía quedarme en el grupo e intentar acabar entre los cinco primeros o lo que hice, jugarme un todo o nada. Eso me ha dado la mejor victoria de mi carrera".
El ciclista del Trek pudo pasar el Poggio con los mejores y eso le permitió jugar sus cartas. "Me sentí bien durante todo el día y también en el tramo final. Eso me hizo llegar a los últimos kilómetros en buena posición. Pero intentas esto diez veces y no te sale", aseguró el belga de 28 años, que reconoció que llegó a meta "vacío". Ahí se fundió en un abrazo con los asistentes del equipo y se tumbó en el suelo, exhausto.
Ewans: "Estoy decepcionado"
Menos alegre se mostró el segundo clasificado, el australiano Caleb Ewan, que como ya hiciera en 2018, entró segundo: "Me sentía con fuerzas para ganar, ya había sido segundo y estoy decepcionado". Menos apenado se mostró Van Aert, tercero y ganador de la pasada edición, que vio cómo triunfaba un amigo como es el del Trek. Para el del Jumbo, la clave estuvo en que no quiso tomar toda la responsabilidad: "Tanto Alaphilippe como yo lo intentamos en el Poggio, pero aguantaron muchos corredores. Luego intenté guardar fuerzas para el esprint y Stuyven hizo el ataque perfecto, le felicito".