Javier Romo, del triatlón al Astana: "He trabajado mucho, no es una casualidad"
El campeón de España sub-23 en ciclismo en ruta analizó su salto al ciclismo profesional tras iniciarse en el triatlón, donde fue cuarto en el Campeonatos de España absoluto de 2018.
Javier Romo (Villafranca de los Caballeros, Toledo, 21 años), actual campeón de España sub-23 y triatleta hasta el pasado mes de julio, se ha convertido en ciclista de categoría World Tour tras su fichaje con el Astana.
El ascenso del ciclista del Baqué Team en los últimos meses ha resultado meteórico. Debutó en una competición ciclista a finales de julio, y ganó el Campeonato de España sub'23 poco después. En 2021 debutará en el World Tour con el Astana Pro Team, equipo con el que se ha comprometido hasta 2023.
Romo destacó como triatleta, fue noveno en el Mundial júnior y cuarto en el Campeonato de España absoluto en 2018. Estos resultados le permiten pensar al nuevo corredor del Astana que el salto "no ha sido casualidad, sino fruto del trabajo", y de su calidad.
Su exhibición en el Campeonato de España sub-23 reflejó sus excelentes cualidades, que terminó de certificar en el final de la temporada con el cuarto puesto en la Volta a Valencia y tercero en la Vuelta a Cantabria. Ahora se encuentra listo para el reto de la máxima categoría profesional.
"Estoy muy contento y ahora lo estoy asimilando un poco más. El salto sí que es grande. Es verdad que hace unos meses no lo hubiera imaginado, pero ha surgido así", señala Romo.
La oportunidad de fichar por un equipo World Tour "fue algo progresivo", con muchas propuestas del entorno profesional.
"Hicimos un test antes de empezar a correr y entonces no pensaba en llegar tan alto. En alguna salida coincidí con profesionales y me animaron a competir. Empecé a entrenar solo bici hace unos meses y el Café Baqué me dio la oportunidad. Entonces, gané el Campeonato de España".
Todo ocurrió en muy poco tiempo, pero la casualidad no ha sido el factor determinante, sino el trabajo que ya venía desarrollando como triatleta.
"No ha sido solo suerte. Yo vengo de otro deporte en el que he trabajado mucho. Por eso digo que no es tan fácil y que no es una casualidad. He dado con buena gente que me ha ayudado, pero si no tienes nivel no te llaman, no puedes llegar hasta ahí".
El salto del triatlón al ciclismo e apresuró debido a la pandemia.
"No había competiciones de triatlón y no tenía nada que perder, así que decidí centrarme cien por cien en la bici estos meses y por suerte salió todo bien. Quizá sin pandemia no me hubiese atrevido a dar el paso".
De no haber competido nunca a campeón de España sub-23, resultado que tampoco sorprendió a Romo. En el triatlón su punto más fuerte era la bicicleta, pero no sabía hasta qué punto podía llegar.
"Me veía con nivel y si no hubiera sido en el Nacional, habría sido en otra carrera. Pienso que si trabajas bien y tienes el nivel, al final sale. La suerte se busca. Soy de los que piensa que las cosas las haces o no las haces, no vale hacerlas a medias".
Ahora deberá adaptarse al ciclismo profesional del máximo nivel, proceso que llevará tiempo, aunque el toledano quiere demostrar su valía desde el primer año.
"El equipo sabe que vengo de otro deporte, que quizá me falta un poco de adaptación, y me han dado la oportunidad de estar más tranquilo. La presión se la pone uno mismo y yo quiero hacerlo bastante bien desde el primer año. Yo quiero trabajar y hacer lo mejor posible lo que me pida el equipo"
Romo llega a un equipo plagado de españoles, en quienes espera encontrar apoyo y un buen soporte de aprendizaje.
Aunque es de un pueblo pequeño de Toledo, reside en Albacete con su hermano desde hace un año y medio.
"Para entrenar estoy mejor aquí, más centrado. Casi todo es llano y con mucho aire. Es lo que hay. Si quiero hacer un poco de nivel, tengo la Sierra del Segura y Alcaraz, en la zona de Riópar, es la zona que más gusta para entrenar".