Rocío del Alba llega a la élite del mountain bike mundial
La madrileña debutó este mes en los Mundiales de MTB en categoría élite con un 22º puesto. Los Juegos de Tokio son su próximo gran reto.
Rocío del Alba García (Lardero, 23 años) continúa avanzando en la élite mundial del MTB. La ilusión de la biker madrileña se mantiene intacta pese a la atípica temporada que le ha tocado vivir, ya que el confinamiento obligó a modificar todo su calendario de competición. Tuvo tiempo para proclamarse campeona de España en categoría élite, además de cumplir en este octubre uno de los sueños de cualquier ciclista: debutar en unos Mundiales. Rocío charló con AS sobre su llegada a la élite y futuros objetivos, donde los Juegos de Tokio asoman en el camino.
¿Cómo adaptó su planificación de la temporada en los primeros meses sin conpeticiones?
Tuve que adaptar mi plan de preparación cuando empezó el confinamiento porque ya estaba todo organizado para las competiciones que tenía y con la pandemia se truncó todo mi calendario. Hice mantenimiento en el rodillo porque no sabíamos cuáles serían las nuevas fechas de las carreras y también en la nave del equipo hice mucho hincapié en el trabajo de fuerza. Esa fue la combinación para tratar de no perder la forma.
¿Qué fue lo más duro del confinamiento?
El confinamiento lo llevé bastante bien. Estuve en contacto con Carlos y mi mecánico. Hubo momentos de incertidumbre por saber cuándo volveríamos a correr, pero con ellos estuve bastante arropada.
¿Pudo entrenar en el circuito que Carlos Coloma tiene instalado en su residencia?
El entrenamiento en el circuito lo dejamos un poco de lado por cómo estaba la situación sanitaria. Tener una caída tonta y tener que ir al hospital no lo veíamos los más óptimo y en los meses de confinamiento no lo usamos.
¿Cómo empezó ese vínculo profesional entre ambos?
En la feria FestiBike de 2016 fui a felicitarle al stand donde estaba firmando por la medalla de los JJOO de Río y fue ahí donde se unieron nuestros caminos.
¿Cuál sería su balance de la temporada?
Ha sido una temporada un poco extraña. La ausencia de competiciones se ha notado mucho y lo poco que hemos corrido ha sido sin ritmo, sin coger muchas sensaciones en carrera. En el Europeo me fui con buen sabor de boca con el puesto 16 en mi debut.
Debutó este año en un Mundial en categoría élite, ¿cómo vivió la experiencia?
Fue un circuito que, con las condiciones que tuvimos en Austria, se llenó de barro y quedó impracticable. Se hizo muy duro. Sólo hay que ver la carrera de descenso al día siguiente, que los bikers no paraban de sufrir caídas. Será un Mundial para recordar en mi primer año en la categoría élite, donde cogí experiencia de cara a los próximos años.
Tras llegar a la máxima categoría, ¿cuáles son sus puntos fuertes y aspectos a mejorar?
Desde la pretemporada del pasado invierno trabajé mucho la técnica y creo que he mejorado bastante en ese aspecto y me desenvuelvo bien. Tengo que hacer hincapié en el trabajo de fuerza, que al final es algo primordial en nuestro deporte.
¿Se ve compitiendo en carretera en el futuro?
La carretera hay que hacerla porque al final es la base para sumar kilómetros. Es fundamental incluso para los corredores de MTB. De más pequeña he competido en carretera, pero no es algo que me llame tanto como el cross country en MTB así que no creo que pruebe a correr en carretera.
De cara a la temporada 2021, ¿dónde centra sus objetivos?
Los objetivos son claros y si todo va como esperamos y se celebran, la preparación va a ir totalmente enfocada a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. Serán mis primeros Juegos y ya de por sí es difícil clasificarse al celebrarse cada cuatro años. Aunque sea joven no voy a desaprovechar la oportunidad de hacerlo lo mejor posible. Es complicado soñar con una medalla, pero si no crees que puedes lograrlo resulta imposible conseguirlo. También hay que trabajar y soñarlo.