El Ineos vuelve a mandar: Tao conquista el Giro de Italia

El Ineos está de regreso. La contrarreloj de Milán cerró el Giro de 2020 con otro éxito de Filippo Ganna y la maglia rosa para Tao Geoghegan Hart. El equipo británico terminó su participación en la ronda con siete victorias de etapa (cuatro de Ganna, dos de Hart y una de Narváez) y la general, la primera grande para el palmarés del prometedor londinense de 25 años. Y sin Geraint Thomas, llamado a liderar a este bloque, retirado tras romperse la pelvis en una caída en la neutralizada del Etna. El pinchazo en el Tour de Egan Bernal, salvado por un triunfo de Michal Kwiatkowski en La Roche-sur-Foron, queda ya archivado con el segundo título de la estructura en Italia, después del de Chris Froome en 2018. Falta la Vuelta, con Richard Carapaz de rojo. Veremos la cohabitación, aunque el contrato de Tao expira en diciembre. Mientras, Ineos lleva 20 dianas esta temporada.

Tao sacó 39 segundos a Jai Hindley, que salió a competir en la jornada final con el peso del liderato. Por primera vez en la historia de las grandes vueltas los dos primeros clasificados llegaban empatados al último día, así que las cuentas fueron fáciles. Geoghegan Hart es más especialista que Hindley e impuso una contundente superioridad. Únicamente se enfundó la maglia en una ocasión a lo largo de las 21 etapas, cuando más cuenta: en lo alto del cajón de Milán. Con un ritmo endemoniado, Rohan Dennis resultó decisivo en el Stelvio y en Sestriere para reventar al grupo de favoritos y que conquistara la carrera.

Wilco Kelderman acabó tercero, a 1:29. Seguramente el Sunweb pudo gestionar mejor a Hindley y Kelderman, como le ocurrió al Sky con Chris Froome y Bradley Wiggins en la Vuelta de 2011. La fidelidad al jefe, en este caso el neerlandés, privó de total libertad de movimientos al australiano. Juanjo Cobo (posteriormente desposeído por dopaje) levantó la cartera a Froome, segundo, y Wiggins, tercero, en aquella Vuelta. En este Giro sucedió algo parecido con Tao. Eso sí, el Sunweb y Hindley demostraron su profesionalidad al mantener su apuesta y su lealtad por Kelderman, quien se marcha al Bora en 2021.

Joao Almeida (a 2:57) arrebató el cuarto puesto a Pello Bilbao (a 3:09). Pese a su regularidad, el vasco se desinfló poco a poco a medida que avanzaba la prueba. Sin embargo, se trata de su mejor posición en una gran ronda (en 2018 concluyó sexto en el Giro), un rendimiento de mérito después de trabajar para Mikel Landa en el Tour. Por su parte, el portugués presentó su tarjeta de visita al pelotón internacional a sus 22 años, 15 jornadas en rosa. Con protagonistas de segunda fila, positivos por COVID-19 de ciclistas, dudas y plantes, pero el Giro terminó en pleno pico máximo de la pandemia en Italia. La Vuelta echará el telón al atípico 2020.