El Stelvio tumba a Almeida y hace sufrir a Kelderman

Tuvo que venir el Stelvio para que se desatara la batalla decisiva por el Giro. El emblemático coloso alpino, de 24,7 kilómetros al 7,5%, a sus infinitos 2.758 metros de altitud, es como el algodón: no engaña. O vas bien o te hunde en la miseria. A Joao Almeida se la atragantaron sus rampas y perdió la maglia rosa. Wilco Kelderman debió penar hasta la extenuación para coger el liderato. El portugués cayó con honor en la defensa del primer puesto, hasta que alcanzaron sus fuerzas. El neerlandés discutió cada centímetro y cada segundo frente al empuje de Tao Geghegan Hart y Jai Hindley, su propio compañero. Hindley se llevó la etapa y se colocó a sólo 12 segundos de su teórico jefe. Geoghegan Hart está ahora a 15”. Y Pello Bilbao continúa en la pelea por el cajón, cuarto a 1:19.

El Sunweb prendió la mecha con el ritmo marcado en la parte inicial del Stelvio. Luego jugó con fuego al otorgar libertad a Hindley, porque el Ineos detonó la bomba. Rohan Dennis realizó una labor extraordinaria en favor de Geoghegan Hart. Al fin apareció el equipo dominante de los últimos tiempos, pero no consiguieron rematar a Hindley, conducido en calesa hasta su primera victoria en una grande. El australiano, de 24 años, se ha destapado como el corredor más fuerte en las jornadas de montaña junto al británico, de 25. Le costó más ponerse el chubasquero para afrontar el descenso del Stelvio que seguir la rueda de Dennis y Geoghegan Hart durante la ascensión. Kelderman, descolgado, tampoco anduvo fino con las maniobras, y ninguno de los dos fue capaz de abrocharse la prenda para la bajada.

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Los gregarios jugaron un papel fundamental. A Tao le lanzaron Ganna y, sobre todo, Dennis. Como campeón del mundo de contrarreloj en 2018 y 2019, el australiano completó casi una cronoescalada, a bloque, sin parar. Igual que en la aproximación a Laghi di Cancano. Hindley, en vez de quedarse con Kelderman, se agarró a los ciclistas del Ineos. El Sunweb dispone de dos bazas, primero y segundo. Uno es superior cuando la carretera se empina y el otro, en la crono. Veremos cómo gestionan la cohabitación. Natural o tormentosa, ejemplos hay de las dos situaciones. En el Bahrain, Novak se desfondó por Bilbao, que después reguló en solitario para conservar vivas las opciones de podio. Para el rosa no se sacrificó precisamente Masnada. Ambos se enfadaron y el escudero llegó a rebufo del líder, mal síntoma. Almeida se encuentra quinto, a 2:16, aunque ha probado unas condiciones muy interesantes a sus 22 años.

Entre la triple subida a Sestriere y la CRI de Milán, de 15,7 km, se resolverá la general del atípico Giro de 2020. Terreno para movimientos. Con unos protagonistas de menos nombre que habitualmente, pero igual de vibrante que de costumbre. En la lucha está inmerso Pello Bilbao, sobresaliente en su estreno como capitán en una ronda de tres semanas.