Škoda y el ciclismo: una historia de amor desde el primer día
La marca checa nació gracias a la producción de bicicletas. 125 años después, es fija en La Vuelta y el Tour, entre otras pruebas ciclistas.
Cuando se pronuncia la palabra Škoda debe relacionarse directamente con el mundo del ciclismo. Debe ser así porque, aunque los automóviles de la marca checa sean una referencia para muchos usuarios, la bicicleta la ha acompañado desde sus orígenes.
Los inicios de la marca, muy ligados a la bicicleta
Todo comenzó en 1894, cuando un joven de 26 años no pudo conseguir las piezas necesarias para arreglar su bicicleta. Fue entonces cuando Václav Klement, así se llamaba este emprendedor librero, decidió abrir su propia tienda de reparación de bicicletas. Y para ello, consiguió la ayuda de un experimentado fabricante de este vehículo de dos ruedas, Václav Laurín.
Ambos iniciaron esta aventura en 1895 con la apertura de un pequeño taller, de cinco empleados, en la ciudad de la República Checa (antigua Austro-Hungría) de Mladá Boleslav. Fue ahí donde empezó a crecer el negocio y un año después ya se comercializaban hasta cinco modelos de la bicicleta SLAVIA, que presentaba su acabado negro antracita del cuadro, su geometría única, la tija de sillín excepcional y los neumáticos retro con banda blanca.
El amor por la bicicleta de los dos fundadores de Škoda no se quedó ahí y durante los años siguientes continuaron innovando en una amplia gama de modelos, desde los adaptados para niños y mujeres hasta tándems. Sin olvidarse de las bicicletas de transmisión por cadena o eje y hasta triciclos.
En las siguientes décadas llegaron la motocicleta, el automóvil, la crisis por la Primera Guerra Mundial y la unión con propietarios franceses, que dio lugar al gigante Škoda con sede en Pilsen (República Checa). Desde ese momento hasta nuestros días, la marca verde ha seguido innovando hasta convertirse en una fija en el mundo que le vio nacer: el del ciclismo.
Škoda, presente en el pelotón ciclista
Desde 2011 es colaborador oficial de La Vuelta a España y este año cumplirá su sexta edición patrocinando el maillot verde de la prueba, el que premia al ciclista que más puntos consigue. En esta clasificación se tiene más en cuenta el puesto de llegada en meta que el tiempo dedicado a ello.
Y es que la vinculación de Škoda con el ciclismo profesional se remonta a 2004 cuando se convirtió en colaborador oficial, vehículo oficial y patrocinador del Maillot Blanco del Tour de Francia, el que condecora al mejor joven del pelotón. Ahora, además, como en La Vuelta, patrocina el maillot verde de la carrera francesa; eventos nacionales, como la Orbea Monegros o la Titan Desert; y pruebas internacionales.
En Škoda, durante todos estos años, han conseguido la confianza de los equipos ciclistas y de sus miembros. Muchos de ellos utilizan vehículos de la marca checa (en su mayoría el Superb y Superb Combi) para acompañar, dirigir a sus ciclistas o llevar material gracias a su habitabilidad, equipamiento, fiabilidad, tecnología y seguridad. Y todas estas cualidades a precios muy competitivos.
Un proyecto editorial para toda la comunidad ciclista
Por último, no hay que olvidarse del proyecto editorial We Love Cycling, una plataforma digital donde se genera contenido para los amantes del ciclismo a nivel mundial y que aloja el perfil Strava, donde se generan retos para toda la comunidad.
*Este contenido patrocinado por Škoda ha sido elaborado por el Diario AS.