El exmédico del Sky rompió un ordenador antes de dárselo a los investigadores
Richard Freeman afirmó que rompió el ordenador, que le dieron para sustituir otro que le robaron en Grecia. También señaló a la cúpula del Sky.
El exmédico de la Federación Británica de Ciclismo y del equipo Sky Richard Freeman, que fue acusado de pedir 30 sobres de la sustancia prohibida Testogel para un deportista en 2011, ha admitido que destruyó un ordenador portátil con "un destornillador o un instrumento punzante" antes de dárselo a los expertos que llevaban a cabo una investigación antidopaje.
Freeman, que compareció en una audiencoa del Consejo Médico General (GMC) dijo que el dispotivo se lo entregó British Cycling para sustituir otro ordenador que le robaron en Grecia.
La desaparición del primer ordenador obstaculizó la investIgación de la Agencia Antidopaje del Reino Unido (UKAD) sobre la bolsa de viaje que pidió a nombre del exciclista del Sky Bradley Wiggins en el Criterium del Dauphiné del año 2011.
Freeman afirmó que el segundo portátil, que podría contener los datos de los ciclistas que tenía bajo su supervisión, fue dañado y que decidió no recuperarlo por temor a que la información pudiera ser hackeada
"No tenía nada que ocultar", dijo Freeman cuando Simon Jackson, en nombre de la GMC, de dañar el portátil de forma "chapucera".
"Ya había sido dañado por British Cycling. En vez de llevarlo para recuperar la información, vi un programa sobre cómo la gente en la India podía acceder a los datos de los ordenadores portátiles. Decidí que eso no podría pasar así que lo destruí. Lo hice en medio de un periodo en el que no me sentía bien".
Freeman admitió 18 de los 22 cargos en su contra pero dijo que había sido presionado para pedir la sustancia prohibida por parte del exentrenador Shane Sutton, que negó estas acusaciones.
Frreman también dijo que haber sido cuestionado por los jefes del Sky hizo que lo rompiese después de cancelar su aparición en el comité Digital, de Cultura, Medios y Deporte en 2017.
"Fui a ver a James Murdoch y el equipo Sky para que me informasen en un gran edificio de Canary Wharf. Fue muy tenso y con mucha presión. Querían saber cómo podría responder a ciertas preguntas. Me derrumbé, lloraba y no podía seguir", afirmó.