Con 20 años, Remco Evenepoel logró su undécima victoria como profesional, la segunda en suelo español tras la Clásica de San Sebastián el pasado año, después de ser el más fuerte en la ascensión al Picón Blanco, una de las dos grandes etapas con final en alto de esta Vuelta a Burgos. Además, nuevo líder de la carrera, puesto que tratará de mantener el sábado en la ascensión a las Lagunas de Neila. Habló en meta, bajo el cielo nublado y el viento existente en la cima, para las televisiones.

Victoria en una dura etapa: "La subida era muy exigente, especialmente los dos últimos kilómetros, por ser tan abiertos y estar tan expuestos al viento. El final era muy duro, pero me sentía fuerte y quiero agradecer el trabajo que hicieron todos mis compañeros, mi labor era rematar todo lo hecho anteriormente".

Rivales: "Al principio, me marqué esta etapa para no perder. Desde el coche me dijeron que me veían bien, y a los rivales no tanto. Si no pruebas, no sabes que puede pasar, y eso hicimos. La carrera aún no está ganada, pero esto nos da confianza".