Diario de la ABR: Éxtasis final en Córdoba

Punto final a seis días de mountain bike de máximo nivel. La Andalucía Bike Race ha tocado a su fin con la etapa final, en la que el júbilo de los ‘finisher’ estaba más que justificado. Tras seis durísimas jornadas por Jaén, Andújar, Priego de Córdoba y Córdoba, tras 364 kilómetros y 11.500 metros de ascenso acumulado, el pelotón por fin ha llegado a su objetivo.

Si alguien se pensaba que la etapa final iba a ser un paseo, estaba equivocado. Quizás no haya sido la más dura, pero no ha estado exenta de dificultades. Tras unos kilómetros de tregua iniciales, ha llegado otra de las subidas míticas cordobesas, Los Morales, que estaba atiborrada de público que ha animado desde el primer hasta el último participante. Una vez coronada la sierra de Cerro Muriano, precioso descenso hacia el cuartel militar para, tras pasar las minas de cobre, entrar en otro clásico de la ABR, las vías del tren. Un precioso tramo que deja los ya maltrechos brazos descuartizados entre traviesas y piedras.

Por si a alguno aún no se le habían reventado sus extremidades superiores, a continuación ha llegado el descenso por los escalones de la calzada romana para pasar al no menos exigente Camino Mozárabe de Santiago y llegar a meta por Santo Domingo, igual que en la penúltima etapa. Un digno colofón para una majestuosa prueba, la más importante y dura de Europa y una de las cuatro más exigentes del mundo del mountain bike. Una cita a la que no sólo hay que llegar en muy buen estado de forma, sino que también hay que tener un buen nivel de técnica para acometer sus impresionantes descensos.

Y permítanme que el último párrafo de este diario sea en primera persona. Hoy no sólo he disfrutado el poder culminar una durísima prueba tras seis días de sufrimiento y esfuerzo al máximo. De propina, he tenido el placer de hacer la última etapa mano a mano con Carlos Checa, el gran campeón motociclista. Ha sido todo un placer para los sentidos ver cómo baja el tío. Un ‘máquina’ sobre la bici, y mejor persona aún. En meta estaba otro grande, José Antonio Hermida, el ‘alma máter’ de la prueba, que se ha desvivido por cada uno de sus ochocientos valientes. Gracias a él y a toda la organización, que se ha ganado de sobra alcanzar el marchamo de ‘hors categorie’, la máxima categoría del ciclismo.