Fernando Barceló: "En la Vuelta aprendí a sufrir... y a persistir"
El oscense de 24 años debuta con el Cofidis World Tour en la Vuelta a San Juan: "Era la mejor opción para mí, un equipo en el que puedo tener oportunidades".
Fernando Barceló forma parte de esa nueva generación de corredores españoles a los que le ha llegado el momento de demostrar que hay relevo en el ciclismo nacional. El oscense de 24 años, que en 2018 se destapó con un bronce europeo Sub-23 y una etapa en el Tour del Porvenir, confirmó su potencial en 2019 con el desaparecido Euskadi-Murias. "Fue una temporada que demostré regularidad", analiza tras un año en el que logró varios top-10 y fue uno de los más activos del equipo vasco en la pasada Vuelta, en la que acabó tercero en la etapa de Bilbao que se llevó Gilbert. "Cuando él atacó, yo iba a rueda pensando 'en cuanto se siente le voy a rematar'... y el que se sentó fui yo", se sincera.
De aquellas tres semanas aprendió mucho. "Aprendií a sufrir... y a persistir. Fueron tres semanas durísimas. Con Mikel Iturria, compañero de habitación, comentábamos que estábamos al borde del fallo muscular, ese que puedes sentir en un gimnasio, pero que ni me podía imaginar que me podía ocurrir encima de la bici", cuenta. Lo cierto es que despertó el interés de varios equipos. "Sí tuve varias opciones, pero menos de las que se publicaron", dice con una sonrisa. Finalmente se decantó por el Cofidis: "Creo que es un equipo que trata bien a los españoles y que, aunque hay ciclistas de gran nivel, si rindes te van a dar la oportunidad". En San Juan, donde marcha el 28º de la general y tiene una labor de apoyo a Guillaume Martin, comparte habitación con el veterano Luis Ángel Maté. En el equipo uno de los referentes es Jesús Herrada: "Sí hay similitudes en que somos corredores que pelean y que lo dan todo, pero él está de momento a un nivel mucho mayor y ha demostrado tener un gran 'punch' en los finales de etapa".
Con un calendario en el que tras la carrera argentina incluye Provence, Ardeche y Drome para empezar, vuelve a tener la Vuelta como objetivo, aunque consciente de que tendrá que hacerse un hueco mientras sigue definiéndose como corredor. "¿Qué tipo de ciclista soy? Ni yo lo sé aún, me veo como alguien que va bien en todos los terrenos, aunque no sé si eso es bueno o malo. Mejor destacar en algo que ser mediocre en todo", cuenta con humildad.
De la escalada a apoyar el ciclismo
Barceló, que comenzó en el ciclismo con una BMX "haciendo el loco por la calle", revela que se ha enganchado a la escalada, "una actividad que requiere mucha concentración". No practica ya fútbol sala, otra de sus aficiones, para cuidarse para la bici, y su relación con el balompié está más en alguna visita esporádica al campo del Huesca como espectador en el poco tiempo que pasa en su tierra.
Aunque sí está volcado en fomentar su deporte en Aragón, prestando su imagen al Fernando Barceló Team, un equipo élite y Sub-23 que gestiona su hermano, con categoría femenina, que espera poder ayudar a crecer. También prepara un campus de verano para niños pequeños e incluso sueña con colaborar en algún proyecto que haga del ciclismo una actividad extraescolar en los colegios. Un compromiso con un deporte donde lo mejor aún le debería estar por llegar.