LA RUTA DE LA VUELTA

El Tarangu resucitó siete años después para invitar a mejillones

La historia ocurrió en 2003, cuando Lucien Van Impe recibió una llamada de José Manuel Fuente para cenar. Llevaba siete años fallecido, pero la cena se realizó.

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El Tarangu resucitó siete años después para invitar a mejillones
DIARIO AS

Un día de 2003 sonó el teléfono en casa de los Van Impe. Lo cogió la esposa del exciclista belga, Rita, para atender a un señor que, mezclando idiomas, se identificó como José Manuel Fuente, el antiguo rival de Lucien. Su intención era invitarles a cenar, aprovechando su estancia en Flandes. Todo habría sido normal si El Tarangu no hubiera llevado siete años muerto.

Van Impe, invadido por la curiosidad, aceptó la invitación y acudió con Rita al restaurante, donde encontró a un hombre "clavado al Tarangu", que iba acompañado de su entonces novia, Lola, que ayudó a traducir. El personaje contó anécdotas mutuas que, supuestamente, sólo conocían ellos dos. "Los periódicos dirán lo que quieran, pero yo estoy vivo", le aclaró. La cena fue breve. Se comieron unos mejillones, pagó y se esfumó.

El ganador del Tour de 1976 contó la "chocante" historia a la prensa, que incluso publicó la foto. Años después, Filip Osselaer, biógrafo de Van Impe, tiró del hilo para investigar al misterioso individuo hasta localizarle el pasado mayo en Benidorm, después de entrevistarse con Lola y con la mujer del verdadero Tarangu. El falso Fuente respondía al nombre de Víctor. Un día le vigiló y al siguiente le asaltó. Al principio de la conversación respondió como Víctor, pero cuando comprobó que el escritor conocía sus enredos, se reconvirtió en El Tarangu y contó batallas ciclistas. Ante la insistente acusación de "impostor" de Osselaer, el suplantador le espetó: "Mírame a los ojos, soy el verdadero José Manuel Fuente".

Filip Osselaer plasmó la historia en un libro que publicó a finales de julio. Se titula: 'El hombre que murió (pidió la cuenta, comió mejillones y luego desapareció), El Tarangu'.