Landa, tras atacar a 41 de meta: "El Landismo nunca muere"
Mikel Landa, tercero en Prat d’Albis, recibió el premio a combativo del día por su ataque a 41 km: “Aún se puede dar la vuelta”. Va 7º, a 4:54 del amarillo.
Sin el 1:40 de los abanicos de Albi, Thibaut Pinot se encontraría segundo de la general, a sólo 10 segundos de Julian Alaphilippe y como el aspirante al título mejor ubicado. Sin los 2:09 que le cayeron después de que Warren Barguil le derribara ese día cuando marchaba en el primer grupo, Mikel Landa seguiría séptimo, pero a 2:45 del amarillo y metido de lleno en la batalla por el cajón de París. A ambos les gusta “el ciclismo ofensivo”, y los dos prometieron “atacar hasta reventar” para conseguir su objetivo: “Ganar o acabar lo más arriba posible en el Tour”.
Al alavés, elegido combativo de la etapa, le ha cambiado totalmente el semblante y el humor desde la depresión de la primera jornada de descanso: “Me siento feliz por mi rendimiento y el del Movistar. Mandamos a tres corredores por delante y lo dimos todo por mí”. Únicamente torció un poco el gesto cuando se le preguntó por la inexistente ayuda de Nairo Quintana: “Fue una pena que no pudiera hacer nada más. Un par de kilómetros de relevo no me habrían venido nada mal”. El colombiano se disculpó, pese a que el día anterior juró fidelidad a Valverde y a Landa: “Me faltaba el aire para respaldarle”.
Landa asegura que se considera en condiciones de luchar por el podio, aunque lleva perdidos 4:54 respecto a Alaphilippe: “¿Por qué no? Cedí mucho tiempo por culpa de la caída, pero en los Alpes nos faltan por subir puertos de más de 2.000 metros en tres jornadas muy exigentes, en las que el panorama quizá se modifique completamente. Veremos, el Landismo nunca muere”. Con una sonrisa, como la que se aprecia en el rostro de Pinot, los dos escaladores más en forma entrarán en la semana decisiva del Tour.