La segunda etapa de esta Dauphiné, con ocho puertos puntuables, obligó a los favoritos de la carrera a mostrar sus cartas y a vivir una especie de simulacro para el Tour con fuego real. Un ataque de Thibaut Pinot en la última subida, a Saint-Victor-sur-Arlanc, provocó la reacción de 'los gallos', que salieron a su rueda, entre ellos Chris Froome y Nairo Quintana, y formaron un grupo con la élite de la prueba, mientras que Bardet, Dan Martin, Porte o Kruijswijk sí mostraron más debilidades. La etapa se jugó por delante, donde Dylan Teuns se llevó la victoria en su duelo con Guillaume Martin y es el nuevo líder de la carrera.

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Fue una jornada dura por el recorrido y la climatología, que provocó hasta ocho abandonos e incluso abanicos que encendieron las alarmas. Sólo corredores fuertes podían intentar la aventura, y así fue. La escapada era de lujo: Dumoulin en un claro test de cara a cómo se encuentra su rodilla, Alaphilippe, Gorka Izagirre, De Marchi, Buchmann, Rubén Fernández... Sin embargo el Ineos, en lo que parecía un ensayo del control que suele mostrar en el Tour, nunca dejó hacer excesivo camino.

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Una vez cazados, volvieron los ataques con Lutsenko, Gilbert, Pauwels...  y la pareja formada por Teuns y Martin, que se jugarían la victoria. Sin embargo, era Pinot el que hacía reaccionar a los teóricos favoritos, que se veían obligados a saltar a por el francés del Groupama. Froome (con Poels como escudero), Nairo, Adam Yates, Woods... sí podían soldarse a su rueda, mientras que Bardet, Dan Martin, Kruijswijk o Porte cedían 44" en meta con el ganador y 31" con el primer grupo de nombres importantes. Tom Dumoulin, tras su intento de escapada, se dejó ir y llegó a 8:50.