CICLISMO | TIRRENO-ADRIÁTICO

Alaphilippe fulmina a Van Avermaet; Adam Yates es el líder

El francés, que viene de conquistar su primera Strade Bianche, le arrebató la victoria al campeón olímpico, mientras que Bettiol completó el podio.

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Alaphilippe fulmina a Van Avermaet; Adam Yates es el líder
Tirreno-Adriatico

El francés Julian Alaphilippe (Quick-Step) fulminó este jueves al belga Greg Van Avermaet (CCC) y triunfó en la segunda etapa de la Tirreno-Adriático, con salida en Camaiore y llegada en Pomarance y un recorrido de 195 kilómetros, en la que el británico Adam Yates (Mitchelton-Scott) se hizo con el liderato.

Alaphilippe, que conquistó el sábado su primera clásica Strade Bianche, acabó la etapa en 4 horas, 48 minutos y 9 segundos, y le arrebató la victoria al campeón olímpico Van Avermaet, mientras que el italiano Alessio Bettiol (Education First) completó el podio. Está en forma el corredor francés, que recogió el premio por una brillante gestión de la etapa, en la que se mantuvo en el grupo hasta los últimos 500 metros, cuando dio muestra de todo su poderío al esprint.

La prueba se abrió a las 11.30 locales (10.30 GMT) con cinco corredores, entre ellos el español Markel Irizar (Trek), que tomaron la iniciativa y que, a 100 kilómetros del final, se hicieron con un margen de unos cinco minutos de ventaja sobre un pelotón integrado por el australiano Michael Hepburn, ganador de la contrarreloj del miércoles.

En la soleada tarde toscana, con una temperatura de unos 18 grados centígrados, el grupo controló a los líderes sin aumentar particularmente el ritmo y mantuvo la distancia entre los tres y los cuatro minutos, al tener claro que la carrera se decidiría en las intensas subidas del tramo final.

El pelotón, impulsado por el equipo Quick-Step de Alaphilippe, empezó a reducir el margen a falta de 30 kilómetros para la meta, donde se abrió un pequeño y exigente circuito, con cumbres de pendientes del 16 % que pasó dos veces por Pomarance. Una ventaja que para los líderes se acabó justo en la denominada Valle del Diablo, una zona cerca del municipio de Pisa famosa por las centrales geotérmicas, a falta de 13 kilómetros para la línea de meta.

Estaban todos los más esperados, con el holandés Tom Dumoulin (Sunweb), Geraint Thomas (Sky), Van Avermaet, el esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma) o Alaphilippe que encararon la tremenda subida final en la cabeza de un grupo que, gradualmente, iba perdiendo piezas. El primero en buscar la gloria fue el italiano Daniel Oss, pero su ataque, empezado a seis kilómetros del final, duró apenas seiscientos metros. De allí, el kazako Andrej Lutsenko (Astana), Roglic, el checo Zdenek Stybar (Quick-Step) y Van Avermaet dieron batalla y se alternaron al mando de la etapa.

Alaphilippe observó desde cerca como sus rivales peleaban por la victoria cuando faltaban todavía unos dos kilómetros para el final y esperó el momento más adecuado para salir al esprint. Atacó a 500 metros del final y batalló con Van Avermaet. No le dio opción, se mantuvo por delante y llegó con los brazos al cielo a la línea de meta, para celebrar otra gran victoria tras la del sábado en Siena, en la Strade Bianche.

La clasificación general vio al equipo Mitchelton-Scott confirmar la victoria del miércoles en la contrarreloj, con Adam Yates y su compañero estadounidense Brent Bookwalter que están empatados al mando, con un tiempo total de 5 horas, 10 minutos y 34 segundos. Roglic es tercero, a siete segundos de ellos, mientras que Dumoulin es sexto, a 22 segundos. El ganador del día, Alaphilippe, es octavo, a 27 segundos. La tercera etapa se disputará el viernes, de Pomarange a Foligno, de 226 kilómetros.