DOPAJE

Se buscan propietarios para 40 bolsas de sangre almacenadas

La redada antidopaje en el Mundial de esquí de fondo llega a otros deportes, como el ciclismo. Su cabecilla es Mark Schmidt, exmédico del Gerolsteiner.

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Se buscan propietarios para 40 bolsas de sangre almacenadas
AFP

En plenos Mundiales de esquí nórdico estalló la bomba: una intervención antidopaje entre una clínica de Erfurt (Alemania) y la sede de la competición, Seefeld (Austria). Las autoridades al cargo de la investigación arrestaron a nueve personas, cinco de ellas esquiadores de fondo. Las pesquisas condujeron a Mark Schmidt, exdoctor del Gerolsteiner y el Milram de ciclismo, como cabecilla de la trama. En su día fue acusado por dos corredores que dieron positivo bajo sus órdenes: Bernhard Kohl y Stefan Schumacher. Se le perdió el rastro, y en su congelador acaban de aparecer 40 bolsas de sangre.

Según el fiscal general de Múnich, Kai Graeber, estas prácticas ilegales podrían afectar al fútbol y al balonmano, aparte de al ciclismo y al esquí. Stefan Matschiner, exagente de deportistas, el que vendió a Schmidt las máquinas para tratar la sangre y llevó al dopaje a Michael Rasmussen y Kohl en Humanplasma, piensa que "sólo influye a diez atletas": "En mi opinión, no tiene nada que ver con la red de Eufemiano Fuentes, al que interceptaron más de 200 sacas. Creo que Schmidt no dispondría de más de diez clientes. De hecho, su maquinaria y su forma de actuar me resultan obsoletas".

Hauke, pillado en su transfusión

La Federación Internacional de Esquí (FIE) suspendió de forma provisional a los cinco deportistas detenidos en la redada: los austriacos Dominik Baldauf y Max Hauke (pillado en plena transfusión), los estonios Karel Tammjaerv y Andreas Veerpalu, y el kazajo Alexey Poltoranin.

Rasmussen, en su día tramposo y ahora baluarte del antidopaje, cuestiona la efectividad de los métodos de detección: "Ha quedado demostrado que los controles y el pasaporte biológico no sirven si médicos con material rudimentario, que yo usé en su momento, y microtransfusiones se lo saltan tan fácilmente". El esquiador Johannes Durr avala su teoría. En declaraciones para la ARD, Durr afirmó que recurrió al dopaje sanguíneo en verano, octubre y diciembre de 2018: "Mi nombre clave era Lucky Luke".

Al margen de los cinco deportistas de fondo detenidos (Hauke, Baldauf, Tammjaerv, Veerpalu y Poltoranin), dos ciclistas, Georg Preidler (ex del Groupama) y Stefan Denifl (ex del CCC), se entregaron a las instituciones austriacas. Preidler confesó que se extrajo sangre, pero que no se la reinfundió. Denifl aseguró que sí empleó el dopaje sanguíneo. La UCI les suspendió de manera cautelar y respaldará los procedimientos contra ellos de la Agencia de Austria. Preidler también lanzó una predicción: "Este escándalo explotará a nivel internacional".