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CICLISMO

De Clercq, primer ciclista que corre con una cadera artificial

El belga ha superado una lesión ocasionada por una caída hace 18 meses. Hizo historia en el Tour de Omán al competir con una cadera artificial.

El belga corre en Omán con una cadera artificial.
Bart De Clercq

La primera etapa del Tour de Omán vio cómo el noruego Kristoff se llevó el triunfo y el honor de ser el primer líder de la carrera. Sin embargo, se conoció otro hecho de lo más peculiar. Y es que Bart De Clercq se convirtió en el primer ciclista profesional en competir con una cadera artificial.

Casi 18 meses después de sufrir una aparatosa caída que pudo arruinar su carrera profesional y ocasionarle dificultades en su vida diaria, el belga regresaba a la acción en Omán después de superar una fractura de cadera poco después de ser traspasado del Lotto Soudal a su actual equipo, el Wanty Groupe Gobert. Tuvo la culpa su rueda delantera, que salió disparada de su bicicleta mientras De Clercq estaba de paseo con un amigo.

Así lo recordó el belga en Cyclingnews: "Fue un choque estúpido pero con graves consecuencias. El impacto realmente se focalizó en un lugar y en el lugar equivocado. Aterricé con un impacto completo en mi cadera. Lo recuerdo claramente. Me acosté, traté de ponerme de pie, no pude levantarme, bajé de inmediato al suelo, luego quise moverme a un lado de la carretera, un metro más, pero eso no era posible debido al dolor. Entonces recuerdo cada segundo en mi camino al hospital. Creo que lo recordaré por unos años más".

Justo después, los médicos trataron de solucionar el daño insertando tornillos en la cadera afectada. Pero tal y como explica el belga, esta medida no resultó efectiva: "El mismo día del choque, intentaron arreglar la parte rota de la cadera con tornillos. Todavía tenía mi propia cadera. Al final, no funcionó. Además, el cartílago alrededor de la cabeza femoral se rompió y casi desapareció. Me sometí a una segunda cirugía en junio del año pasado y no funcionó como debía. Luego decidí a finales de septiembre recurrir a la cadera artificial, que preferí evitar, pero al final no fue posible. Para la vida diaria, era la única opción que me quedaba".

Una vez superados sus problemas, De Clercq se muestra optimista de cara a un futuro en el que podría volver a ser competitivo. "Me dije a mí mismo que puedo seguir e incluso mejor. Siempre tuve en mente intentar volver a la bicicleta otra vez en el pelotón y hoy estamos en este momento, así que realmente estoy muy feliz. El motor sigue siendo el mismo: sólo reemplazaron algunas partes. Todo lo demás debería ser como antes, así que no veo ninguna razón por la que no podría volver a mi nivel anterior. Además, siento que estoy entrenando y sigo avanzando. Incluso ahora ya estoy a un nivel decente, así que estoy bastante seguro de que todo volverá a ser como antes". La superación en el ciclismo no conoce límites.