Alejandro Valverde ya sabe lo que es levantar los brazos con el maillot arcoíris. Lo logró en el Critérium de Saitama, una prueba no oficial, con carácter festivo, pero que sirvió para que los aficionados japoneses disfrutaran de un bonito espectáculo entre ciclistas a los que durante el año sólo pueden ver por televisión. El murciano llegó escapado con Geraint Thomas, que vestía de amarillo como vigente campeón del Tour, y le derrotó en un sprint con emoción. Si esta cita tiene el objetivo de expandir el ciclismo en el país nipón, los protagonistas cumplieron el guión a la perfección.

Porque el numeroso público, se estima que alrededor de 200.000 espectadores, que desde primera hora se agolpaba en el recorrido querían ver espectáculo y lo tuvieron. Ni el día nublado ni la fina lluvia estropeó una fiesta que los japoneses viven con pasión. Las pancartas dedicadas a sus ídolos no faltaron, y estos intentaron ser lo más cercanos posibles, haciéndose selfies y firmando todo tipo de prendas y carteles. Luego, durante la carrera, no faltaron las escapadas, las arrancadas de ciclistas como Kristoff o Nibali y el protagonismo de los dos ídolos locales, Beppu y un Arashiro que acabó tercero.

Todo en un Critérium que, desde que arrancó en 2013, ha cumplido todas las expectativas de los organizadores, con una ciudad volcada en un evento tratado como si del propio Tour de Francia se tratase, con gran atención mediática local y prensa internacional. Un fin de semana que, entre los actos del sábado, y las carreras del domingo, ayuda a vender la marca Tour en el mercado asiático (aún queda otro Critérium en 15 días en Shanghái) a la vez que los aficionados a este deporte en Japón tienen la posibilidad de ver a las estrellas en la cercanía. La fiesta por encima de la competición y, un año más, cumplieron el objetivo con creces.