Gassó: "Quiero que quien lleve GAES transmita valores"
Antonio Gassó (Barcelona, 1968) es consejero delegado de GAES Centros Auditivos. Una empresa que tiene metido el deporte en su cultura. El jefe tiene la culpa. GAES está unido a la Titan Desert o la Pilgrim Race de MTB.
GAES es una empresa familiar, pero no precisamente pequeña. Preséntela.
La fundó mi padre hace casi setenta años (1949), tras un viaje a Inglaterra con su socio, José María Espoy. Alguien le pidió un audífono para un amigo, encontró los productos, contrató a un primer empleado, que fue mi madre, compraron una moto que aún conservo y con ella se fueron a venderlos. Hoy en día GAES es un category killer. Si piensas en audición, piensas en GAES. Tenemos 630 tiendas propias y unos 2.000 empleados, con presencia en Portugal, Andorra, Argentina, Chile, Ecuador, Panamá, México…
Y el hijo Antonio, además de empresario, les salió deportista.
Desde pequeño he practicado siempre todo tipo de deportes. Primero me dio por el automovilismo y estuve diez años corriendo: Copa Suzuki, varias veces la Baja Aragón…
Y de las cuatro, a las dos ruedas...
Sí. Pero también he practicado montañismo. He subido al Kilimanjaro (5.895 metros), Aconcagua (6.962 m.) o la montaña más alta de Europa, el Elbrús (5.642 m.), que lo ascendí con mi mujer (Eva Tomás) y lo bajamos esquiando… Pero la bicicleta es mi gran pasión. Tengo ahora cincuenta años, empecé con cuarenta, lo intenté con la Titan Desert (carrera de mountain bike por Marruecos) y he completado ocho. También la he acabado con mi mujer en dúo dos años. Y con el equipo Imparables hemos estado en Nueva Zelanda, Sudáfrica, Suiza… Compartimos muchos valores del deporte con la empresa.
¿Cuándo comienza GAES a patrocinar eventos deportivos?
Iniciamos una aventura muy bonita con el Figueres de fútbol, que en el año 2002 llegó a la semifinal de la Copa del Rey. Estaba en Segunda B, comenzó a ganar rondas, no tenía patrocinador y les ayudamos. Ahí vimos un hueco interesante. Uno era fontanero, otro oficinista, alguno no había viajado nunca en avión… ¡Tenían una ilusión! Les prometí que si ganaban la Copa les llevaba con las familias al Caribe. Se quedaron cerca.
¿No patrocina nada que no haya practicado?
(Se ríe). Me pidieron ayuda para un equipo de la Titan y les puse la condición de correr yo. De ahí nació luego una relación con Santi Millán (actor y presentador), con Josef Ajram (empresario y deportista extremo) o con Roberto Heras (exciclista) con los que hemos hecho doce películas de Imparables para Teledeporte y hemos pedaleado en carreras como la Pilgrim Race, la Épica Atacama o la Cape Epic. Son experiencias bonitas y con buen humor.
¿Qué es ‘Persigue tus sueños’?
Unas becas deportivas que están en la séptima edición. A cada convocatoria acuden más de 200 aspirantes y llevamos más de cincuenta premiados.
¿Y qué premian?
Hay experiencias emocionantes. Desde un chaval que con un solo pulmón llega a hacer la Titan Desert al caso de Victor Tasende, que se quedó tetrapléjico con 17 años, consiguió ir moviendo partes del cuerpo para hacer remo o tiro con arco y acabó completando también la Titan y varios ironman.
Historias que marcan…
No es necesario tener un hándicap físico, pero se premian proyectos de superación, retos. Todos interiormente tenemos un talento por descubrir y algo que deseamos hacer. Se presenta gente de muchas disciplinas deportivas. Algunos quieren recaudar dinero para familiares con problemas o para investigación de enfermedades raras.
En 2011 se decidieron a impulsar el primer equipo femenino en la Barcelona World Race de vela. Fueron un poco adelantados a los tiempos dando apoyo a la mujer. ¿Por qué?
Estuvimos en dos ediciones. En la primera, con Anna Corbella y Dee Caffari, un equipo íntegramente femenino, fuimos pioneros. Anna se convirtió en la primera española en dar la vuelta al mundo a dos y Dee la que más acumulaba. Más allá de quién ganara, ellas fueron las que obtuvieron más notoriedad. Cuando llegaron, las recibimos una pancarta en la que se leía ‘Persigue sus sueños’. Ahí quedó la idea, y lo rescatamos para las becas. En un deporte amateur, una persona no conocida materializó su sueño.
Un componente importante en todas sus acciones es unirlas a algún proyecto solidario… Tienen la ‘Fundación GAES Solidaria’. ¿Qué hacen con ella?
Las becas dependen de la Fundación. Y no sólo estamos en el deporte, sino también nos unimos al mundo de la música. Fuimos el patrocinador principal del concierto de Plácido Domingo en el Bernabéu, que fue espectacular. También colaboramos en el veinte aniversario de la Fundación Real Madrid. Por eso vamos a arrancar también con los Premios ‘Persigue tus Sueños de música’. Hemos unido ahí al Teatro del Liceo, al Real, a Sport Cultura, al guitarrista Pablo Sáenz Villegas…
En la Titan llevan a cabo una acción paralela que es ‘Volver a oír para volver a vivir’. ¿A cuánta gente han ayudado?
Es que a la Titan comenzamos yendo seis y acabamos participando cincuenta personas de la empresa. Con gente del almacén o de cualquier tienda junto al jefe (sonríe). ¡Un pedazo de experiencia! Éramos patrocinadores de la prueba y nos implicamos mucho. De ahí llegamos a llevar un equipo de profesionales y a donar más de cincuenta audífonos a niños saharauis cada edición.
Debe ser muy gratificante…
Me impresionó ver la cara de una cría de 16 años la primera vez que escuchaba algo. ¡Te das cuenta del bien que puedes hacer! Llevamos siete años con esa caravana paralela, que además realiza la revisión de los aparatos. También colaboramos en la India con la Fundación Vicente Ferrer aportando audífonos. Creemos mucho en un patrocinio 360º. No queremos poner GAES en la camiseta o en una moto y ya está. Quiero que, el que lo lleve transmita solidaridad y valores y que la gente de mi empresa pueda compartir, aunque sea un día, todo eso con los deportistas.
¿Y siempre va todo ligado a la audición?
No. También ayudamos a payasos que van a hospitales. O ‘Músicos para la salud’, que tocan en centros médicos.
¿La GAES Titan Desert es la joya? Esta última edición ha entrado el Tour de Francia, a través de ASO, como organizador.
Sí, sí. Y eso ha contribuido a una mayor difusión. Es una carrera muy bonita. ¡Aunque personalmente ya estoy un poco cansado! Una semana durmiendo en jaimas, con la misma comida… Pero tienes tantos amigos allí y es un reto tan personal que al final vuelves.
Ha completado ocho GAES Titan. Esta última con su mujer, Eva Tomás. ¿Eso no es para superhombres y supermujeres?
No, no. Nos levantamos a entrenar a las seis y media, hacemos una hora de gimnasio y luego cogemos la bicicleta y vamos con ella a trabajar a la oficina, que pilla a unos 20 kilómetros de Barcelona. A veces también vuelvo a casa. Todo se puede hacer. Las pruebas como la Titan son de cabeza, de saber aguantar. Hace calor, se estropea la bici… Pero hay que tener claro si quieres disputar o ser finisher (acabar).
También dan nombre a la GAES Pilgrim Race. ¿Qué es? ¿Qué tiene de diferente?
Esta será la segunda edición, de la mano de Zertior, con quien también hicimos la GAES Atacama. La Pilgrim, del 1 al 7 de julio, enlaza con mountain bike Madrid y Santiago por ramales del Camino. Recorre partes de España preciosas y hay muy buen ambiente porque se duerme en tiendas y se hace equipo.
Este año, con el programa Universo Mujer del Consejo Superior de Deportes, van a presentar un equipo de cincuenta mujeres…
Sí, con la ayuda de Coviran. Se trata de enviar un mensaje de igualdad que hace falta. Nos hace mucha ilusión.
El deporte parece metido en su plan de negocios…
Claro. Defendemos cualquier tema de valores. Contamos con el programa ‘GAES te cuida’ que incita a hacer deporte, ¡y basta con zumba! Disponemos de un fisio, aconsejamos subir las escaleras andando, ofrecemos charlas sobre alimentación con consejos para, por ejemplo, preparar la fiambrera. Somos lo que comemos y es importantísimo. Una mala alimentación también es un problema para la empresa. Y luego está el PAE (Programa de Atención al Empleado), que gestiona una empresa externa y al que pueden llamar por teléfono para pedir consejos, superar una crisis… Invertimos mucho en salud y conciliación porque mejora el clima laboral y nos hace atractivos al talento externo.
¿Encuentran apoyo de las instituciones públicas?
Fuimos de los primeros en colaborar en ‘Eventos de especial interés’ (aportan grandes desgravaciones fiscales) como la Barcelona World Race, Reino de Granada, Jerez capital del motociclismo o Universo mujer. Son proyectos que ayudan bastante a las empresas y son de interés nacional.
¿En qué otra prueba o deporte le gustaría implicarse?
¡Hay muchos proyectos singulares! Me ronda la idea de subir al Elbrús con una fat bike (ruedas anchas). Se trata de ilusión, y de tener una excusa que te sirva a entrenar. ¡Sin obsesionarse! Un entrecot o una copa de vino también son saludables.