CICLISMO
Froome y otros ataques lejanos en el ciclismo moderno
La victoria de Chris Froome con un ataque a 80 kilómetros de meta, en el puerto de Finestre, forma parte de la historia del ciclismo. Recordamos otras hazañas similares.
Chris Froome conquistó la victoria en la 19ª etapa del Giro de Italia 2018 de una forma épica. El británico arrancaba la etapa a 3:22 del líder, Simon Yates, y terminó la jornada encabezando la clasificación general con cuarenta segundos de renta sobre su máximo perseguidor, Tom Dumoulin. Froome atacó a 80 kilómetros de meta, justo en el tramo de sterrato del Finestre como si de la Strade Bianche se tratara.
Froyd Landis en el Tour de Francia 2006: Morzine
Un día después de perder tiempo y mostrar debilidad, Froyd Landis realizó una etapa histórica que le aupó al liderato con un ataque a 130 kilómetros de meta. El pelotón, principalmente Caisse d'Epargne y CSC mostraba incredulidad. El norteamericano llegó a tener nueve minutos de ventaja, lo que le convertía en líder provisional hasta que Carlos Sastre atacó y redujo distancias. Aún así, Landis llegó a meta con 5:42 de ventaja sobre al abulense y 7:08 con Oscar Pereiro. Con una contrarreloj por delante, el Tour estaba en su mano. Y así fue. Luego vino el positivo por testosterona, por lo que Oscar Pereiro, segundo clasificado, fue el ganador de aquella edición.
Andy Schleck en el Tour de Francia 2011: el Galibier
Tras un ataque a 60 kilómetros, el luxemburgués consiguió posiblemente la mejor victoria de etapa de su carrera aprovechando la falta de entendimiento por detrás. Monfort y Posthuma, eran los componentes en la escapada del Leopard-Trek de una jugada que salió a la perfección. Cadel Evans lideró la persecución y se encargó de rebajar la minutada. Segundo en aquella etapa fue el hermano mayor de los Schleck, Frank. Thomas Voeckler mantuvo el liderato en aquella etapa con su espectacular Tour aunque, finalmente, la gloria en París fue para Evans.
Alberto Contador en la 17º etapa de la Vuelta 2012: Collado de la Hoz y Fuente Dé
En el año 2012, Joaquím Rodríguez entró en la tercera semana de la Vuelta a España con el jersey de líder. A 50 kilómetros de meta, en plena ascensión a Collado de Hoz, el pinteño decidió probarlo desde muy lejos. Ninguno de los hombres importantes de la general salió a su rueda, por lo que siguió haciendo su camino. Contador consiguió contactar con el grupo cabecero, donde recibió la ayuda de compañeros fugados (Jesús Hernández y Sergio Paulinho). Ya en el tramo final, se marchó junto a Paolo Tiralongo (excompañero de Astana) con el que buscaba repartirse etapa y general. No fue así. Contador iba embalado hacía Fuente Dé y a siete kilómetros de meta se marchó en solitario, conquistando la etapa y aupándose a un liderato que ya no soltaría.
Fabio Aru en la Vuelta 2015: Astana, un ataque de equipo
El italiano conquistó la que de momento es su única gran vuelta con una exhibición del Astana que preparó una emboscada perfecta a Dumoulin en la sierra de Madrid. El holandés, líder hasta la penúltima etapa, rodaba como viene siendo habitual sin grandes apoyos de su equipo. En el segundo paso por La Morcuera de aquella etapa, a 49 kilómetros de meta, se vio la soledad de Tom. Mikel Landa llevaba a su rueda a Aru a un ritmo infernal. Tanto que en el alguna ocasión tuvo que pedirle que redujera. Luego, tras contactar los favoritos con la escapada, Luis León y Andrey Zeits, integrados en ella, prolongaron la exhibición llevando en volandas a su líder. Dumoulin bajó del liderato al sexto puesto. Aquella etapa, por cierto, fue para Rubén Plaza después de ir fugado 113 kilómetros en solitario.
Otros ataques históricos tienen la silla de grandes corredores como Vincenzo Nibali, que cimentó su victoria en el Tour de 2014 en una etapa histórica sobre el pavés o con el Giro que ganó en el año 2016, dando un vuelco a la carrera en tan solo dos días pasando del 4º puesto a la maglia rosa. También Contador, con su 'batalla final' en el Angliru, que le permitió despedirse con victoria en su penúltimo día como profesional tras un gran trabajo de su compañero Pantano hasta pie de puerto y con Enric Mas colaborando en la gesta. Fuera de las grandes vueltas, no olvidemos la importancia de las escapadas este año. Para muchos, esta fue 'la primavera de las escapadas' y posiblemente una de las mejores de la última década.