Valverde, desatado: 9ª victoria del año en el GP Indurain
El murciano llegó en solitario tras escaparse a 12 km de meta, irse con Verona al que dejó y llegar en solitario a meta. El Movistar dominó la carrera.
Alejandro Valverde sigue desatado, exprimiendo un momento de forma sublime, como volvió a demostrar en un GP Indurain donde firmó una nueva exhibición. Llegó en solitario después de ser el más fuerte de una carrera donde el Movistar preparó el terreno para que el murciano rematase. Y no falló. Novena victoria del líder del Movistar en este 2018. Carlos Verona, el madrileño del Mitchelton, fue el único que pudo responder a su ataque, aunque acabó cediendo y entró segundo en meta.
Antes, el Movistar ya se había encargado de endurecer la carrera. En la subida a Lezaun, a 25 km de meta, Marc Soler había provocado la primera gran selección imprimiendo un ritmo fuerte y varias aceleraciones. Su relevo lo tomó Betancur, que arrancó y rodó varios kilómetros en solitario, desgastando así a todos los rivales mientras Valverde afilaba los colmillos.
Su ataque llegó a 12 de meta, dentro de un grupo muy seleccionado donde, además de sus compañeros, marchaban Verona (Mitchelton), Calmejane (Direct Energie), Zakarin (el ruso del Katusha también lo intentó), Schultz (Caja Rural), Prades (Euskadi Murias) y el joven Strakhov (Lokosphinx). De ellos, sólo Verona fue capaz de salir a rueda del murciano y aguantarle varios kilómetros. Sin embargo, Valverde no tuvo piedad y le dejó en un repecho.
Nada frenaría ya al del Movistar. Lanzado en la bajada a casi 90 km/h, se plantó en la meta en el centro de Estella (se recuperaba el final clásico). Ni Verona, que entró segundo, ni Calmejane, que se desfondó intentando enlazar, pudieron cazarle. Una nueva exhibición que hace preguntarse si en su estado de forma actual, habría tenido opciones en el Tour de Flandes de este domingo, que finalmente descartó para ganar por segunda vez este GP Indurain.