La primera pregunta es obligada: ¿cómo va el proceso sobre el positivo de Chris Froome en la Vuelta de 2017? ¿Cuándo cree que habrá una resolución?

¿Cuándo terminará? Eso me gustaría saber a mí. Para ser honesto, no lo sé. Espero que se produzca un cierre lo antes posible. Dije que lo esperaba antes del Giro, aunque ya no pienso lo mismo. Incluso no estoy seguro de que el dictamen llegue para el Tour. Si no lo conseguimos, sería terrible.

¿Por qué tanta demora? ¿No sale dañada la imagen del ciclismo?

Sí, sin duda. Sin embargo, se trata de un caso muy complejo, con muchos abogados, mucha documentación y mucho dinero de por medio. Tomaremos la decisión lo antes posible. Es lo mejor para el corredor, para el equipo, para los organizadores y para la UCI. Pero no existe un margen que delimite el tiempo y entran en juego muchas motivaciones. El procedimiento va para largo: las preguntas deben ser contestadas y los documentos tienen que ser valorados. En ambos lados disponemos de representantes legales poderosos y todo resulta más complicado que de costumbre.

Desde el Sky le acusan de posicionarse en contra y de torpedear su defensa.

No, para nada. Por supuesto, cuento una opinión formada, aunque nunca la he hecho pública ni he comentado ninguna interioridad sobre el tema. No me está permitido y comprometería la investigación. Se trata de un caso muy específico, muy complejo, con muchas aristas. Deseo que se solucione para arrancar las grandes con normalidad.

Pero usted sí que ha hablado contra el uso de las exenciones médicas en el Sky.

Si traspasas los límites y usas sustancias prohibidas para incrementar tu rendimiento, no me parece incorrecto hablar de hacer trampas.

¿Qué le parece que las organizaciones de Giro y Tour puedan impedir la participación de Froome si no hay un veredicto en julio?

Comprendo que no quieran incertidumbre en sus carreras. Nadie desea un proceso similar al de Alberto Contador, al que desposeyeron de sus resultados en 2011 por su positivo, pese a que corrió durante meses con licencia. Quizá debamos mejorar el sistema. No es ético competir en pleno procedimiento antidopaje.

En España, la Federación de Ciclismo ha cerrado sin sanciones los expedientes de Belda, Saiz, Labarta y Yolanda Fuentes, implicados en la Operación Puerto. ¿Su opinión?

No conozco los detalles concretos, aunque sí sé que existe la opción de recurrir. Con nuestros abogados estudiaremos las distintas posibilidades y decidiremos al respecto. La Operación Puerto se ha convertido en un problema español, del ciclismo y de más deportes. Colea desde hace demasiado tiempo sin ninguna solución satisfactoria.

Por último, la UCI ha implementado nuevas tecnologías como rayos X y tablets de resistencia magnética para combatir el fraude tecnológico. ¿Lo considera una lacra a la altura del dopaje biológico?

Sí, o igual no tanto. Hemos escuchado rumores, a lo mejor se utilizaron en el pasado, pero sólo hemos cazado a Femke van den Driessche, en los Mundiales de ciclocross de 2016. Consiste en prevenir y adoptar el programa más completo para evitar que se produzca la trampa o detectarla y sancionarla. Debemos trabajar para restaurar la credibilidad del ciclismo. No podemos permitirnos más escándalos.