Pablo Torres, coruñés de 30 años, afronta en el Burgos-BH su octava temporada como ciclista profesional. Todas con el Burgos, un equipo al que ha visto crecer desde “una modesta locura formada por amigos” hasta su ascenso a Segunda, este 2018: “El trabajo bien hecho tiene sus recompensas. En nuestro caso, el paso adelante se ha conseguido gracias a Julio (Izquierdo, el mánager) y a su búsqueda de más patrocinadores, que aportan más dinero”.

Torres firmó su mejor campaña en 2017: ganó una etapa y la general del Tour de la Gironda. “A nivel personal, logré los dos triunfos de mi palmarés. A nivel colectivo, terminamos con la noticia del paso a continental profesional. Desde luego que no se puede pedir más”. Sobre la nueva categoría, el gallego cree que disputarán “un bonito calendario”: “Competiremos en el World Tour en España y ampliaremos las carreras y los viajes por el extranjero”.

La plantilla del Burgos sueña con la invitación a la Vuelta: “Deseamos que la organización se acuerde de los españoles, Caja Rural, Murias y nosotros. Nos haremos merecedores de la wild card en la carretera. Mi objetivo individual en 2018 es alcanzar buenos resultados y entrar en esa alineación de la Vuelta”. “Futuro fisioterapeuta y postgrado en Nutrición Deportiva”, como se define él mismo, compagina bicicleta y estudios: “Hay que cuidar la formación para la vida después del ciclismo. Pero, de momento, toca disfrutar con el Burgos”.