La UCI investigará la acusación a Cancellara de llevar motor
"He oído los rumores, como todo el mundo, y quiero saber qué hay de cierto, es nuestro trabajo. Espero que esto no haya ocurrido", comentó Lappartient a Cyclingnews.
La Unión Ciclista Internacional (UCI) investigará si Fabian Cancellara, retirado en 2016, recurrió durante su carrera al dopaje tecnológico (el uso de motores en las bicicletas). Así lo confirmó su presidente, David Lappartient, cuando fue preguntado por el portal Cyclingnews: “Vamos a buscar información, porque tenemos que saber exactamente qué hay de cierto. Por supuesto que he oído los rumores, como todo el mundo, y nuestro trabajo es investigarlo”.
Un tema que vuelve a la actualidad después de las acusaciones vertidas por Phil Gaimon, exciclista estadounidense retirado en 2016, en su autobiografía Draft Animals: Living the Pro Cycling Dream (once in a while), en la que relata cómo llegó a sospechar de que se podía estar dando este tipo de fraude en el pelotón internacional: “Descarté que fuera cierto hasta que escuché que Cancellara tenía su propio mecánico o que su bici la guardaban separada del resto. Veías vídeos y sus aceleraciones no parecían naturales, como si tuviera problemas para mantenerse en la parte alta de los pedales. Ese cabrón posiblemente tenía un motor”. Acusación que el propio Gaimon ha matizado, apuntando que sólo reproducía un rumor, que no tenía ninguna prueba y que, en su opinión, de haber pasado en el pelotón sólo fue de forma aislada.
Pero David Lappartient, que llegó este año a la presidencia de la UCI con un programa en el que la lucha contra el fraude tecnológico era uno de sus puntos principales, ya ha anunciado que se investigará. En 2017, los únicos casos encontrados de uso de motores han sido en aficionados. En 2016, sí se detectó este fraude en el Mundial de ciclocross, en una bici que pertenecía a Femke van den Driessche, una ciclista belga Sub-23.