Delgado: “El conductor debe ver la fragilidad del ciclista”
Pedro Delgado es de los que más se ha significado en España por la seguridad vial de los ciclistas. Habla con AS sobre las víctimas en la carretera y posibles soluciones.Chris Froome, positivo en dopaje por salbutamol
-Desde su perspectiva de exprofesional, integrante de comisiones de seguridad vial y ahora cicloturista y comunicador. ¿Qué le parece la problemática sobre la práctica del ciclismo en las carreteras españolas? ¿Cómo valora tanta negligencia y tantas víctimas?
-Resulta muy complicado. Hay que diferenciar entre la carretera y la zona urbana. Dentro de las ciudades, la bici poco a poco se ha convertido en una alternativa de transporte, e incluso los ayuntamientos le dan un espacio. Aquí las dificultades tienen más que ver con el peatón, en cómo convivir viandantes y ciclistas, pese a que el peligro de los coches siempre está ahí. En esta relación, el ciclista debe estar más educado y pendiente de los peatones. Una forma de coexistencia que choca frontalmente con la que se produce en la carretera.
-En vías urbanas no hubo muertes en 2016 y sólo una en lo que llevamos de 2017. Sin embargo, en vías interurbanas el número de fallecidos en este primer semestre supera al del año pasado.
-En la carretera la comprensión está del lado del conductor. Él tiene que entender la fragilidad del ciclista. No puede adelantar de cualquier manera, debe respetar la distancia mínima del metro y medio y conducir en plenas facultades. Desgraciadamente, no siempre se acatan estas instrucciones y ocurren accidentes y atropellos. Según mi experiencia, cuantas más bicis haya, mejor. Pese a que a algunos les resulte, se trata de la forma más fácil de aprender a convivir. El conductor no puede considerarse el rey de la carretera, ocupa una superficie compartida con los ciclistas. No se debe esperar a que suceda un percance lamentable para tomar conciencia, sino respetar las normas cada día.
(Pedro Delgado entró a formar parte del Comité de Seguridad Vial de la DGT en 2001, tras el atropello de los hermanos Otxoa: Ricardo murió y Javier sobrevivió con graves secuelas. Años después se salió “ante la inacción y la falta de medidas efectivas por el bien de los ciclistas”).
-¿Cree que las autoridades se esfuerzan lo suficiente por concienciar? ¿O que conductores, ciclistas y peatones saben lo que tienen que hacer? Porque continúan los accidentes.
-A algunos quizá les vendría bien repasar las reglas de tráfico. Concienciar es muy complicado y se deben comunicar mensajes insistentemente. Incluso un atropello, aunque sea malo para todos, tiene que servir para abrir los ojos. Este año las estadísticas hablan de un pequeño incremento en las muertes registradas, pero esperemos que no se refleje la tendencia del primer semestre al concluir 2017 (ver el gráfico adjunto). Además, algunos de estos casos han sido especialmente fatales, como atropellos a grupos enteros. Lo cual me parece un contrasentido, porque lo recomendable es salir con más gente. Cuando trabajaba en las comisiones de seguridad vial quedaba claro que el mayor número de fallecimientos venía por parte de ciclistas solitarios y en carreteras secundarias. Esta conclusión invita a pensar en rodar en carreteras principales y en pelotón, y aun así pasan desgracias. Aquí no caben dudas: se trata de una negligencia clara de los conductores, y peor si encima se da positivo en el control de drogas o de alcoholemia. No soy partidario de echar la culpa a nadie, ya que ese conductor pudo provocar la misma tragedia con otro vehículo. Sin embargo, conviene reiterar las campañas sobre no consumir alcohol y drogas, así como las de respeto al ciclista.
-¿Qué campaña es la más adecuada?
-Siempre hemos reclamado a la DGT que los mensajes sobre el ciclismo iban demasiado enfocados al ciclista. Yo ya tengo conocimiento de lo que puedo y lo que no puedo hacer, y si no mi deber es preocuparme por tener ese conocimiento. Por eso me gustan mucho los carteles luminosos o las señales que reclaman el metro y medio para adelantar, enseñar que es posible superar la línea continua si vas a rebasarnos, y bombardear con anuncios en los medios y en la televisión. Sólo así se conseguirá llegar a más gente y que se respete de verdad.
-¿Cuál es su opinión sobre Anna González y su pelea por modificar el Código Penal?
-Me parece admirable por su tesón y por su empeño. Yo estuve muchísimo tiempo tras una reforma de la Ley de Seguridad Vial. Cuando consideraba que había logrado algo, hace dos años se cambió y se dejó desamparada a la víctima. Hablamos con todos los grupos parlamentarios para expresar nuestro rechazo. A la víctima hay que protegerla, pero entendieron nuestras quejas como cosas de ciclistas, no como una reclamación que penaliza a cualquier víctima, sea ciclista, peatón, motorista o de otro coche. No entraron en razón, y te golpea la desesperación y el desánimo. Por eso valoro tanto lo conseguido por Anna González. Las leyes resultan muy complicadas de modificar, y si se recupera parte de la antigua y se endurecen las penas de nuevo, supondría una magnífica noticia. En mi caso, he solicitado que se regrese a la anterior Ley de manera íntegra, no se puede dejar de lado a las víctimas. No querría meter el dedo en la llaga, pero tampoco se puede hacer como si nada con una persona que ha matado a otra.
(Anna González perdió a su marido, Óscar, en octubre de 2013. Le atropelló un camión. Tras cuatro años de lucha, recogió más de 200.000 firmas y apoyos para llevar al Congreso de los Diputados su propuesta para endurecer los castigos a los conductores que arrollan a ciclistas y que omiten el socorro. Ya se ha iniciado la reforma del Código Penal).
-Explíquenos sus ideas.
-Sobre todo un mensaje de convivencia. Esto no es batalla campal, hay que respetarse. Cada uno tiene que conocer sus obligaciones. Pienso que en España se cuidan más estas cosas de un tiempo a esta parte, aunque se ha trabajado menos que en otros países en vías exclusivas para ciclistas. No sé si porque somos pobres o porque no queremos. No obstante, el mensaje debe ser siempre el mismo: convivencia y respeto. Y recordarlo en las carreteras y los medios, con carteles y mensajes continuos. Aparte, me gustaría reclamar desde aquí una mejora de las carreteras y los arcenes a las comunidades, diputaciones y el Ministerio de Fomento. Por donde mejor se va es por el arcén, y aquí Fomento tiene que ponerse las pilas para arreglar algunas calzadas en un estado de conservación lamentable.
-Respecto a las vías seguras que se han puesto en marcha existe una corriente de opinión que las ve como un reducto para que los ciclistas no molesten.
-Yo creo que hay que entenderlas como un mensaje o aviso para el conductor del vehículo a motor de la presencia de ciclistas, no como una obligación para el ciclista de ocuparlas. Los que llevamos muchos años en esto tenemos una serie de carreteras habituales, por mejor estado, por menor circulación de coches… por lo que sea. Y la bici te da libertad para elegir, no al revés.
-Por último: ¿es peligroso practicar ciclismo actualmente en España?
-Yo soy padre, tengo tres niños y, como a todos los padres, me preocupan. No obstante, el riesgo siempre está ahí, en la carretera. En el momento en el que coges un coche, una moto o una bici te expones a ese peligro. Simplemente se deben seguir las normas, permanecer atento y concentrado y escuchar los mensajes y las campañas. No veo que exista un miedo a montar en bicicleta y que haya cundido el desánimo. En cambio, cada vez noto más afición.