De Madrid al cielo, a golpe de pedal

Polvo, barro, sol y lluvia es Camino de Santiago. Millares de peregrinos y más de un millar de años”. Sirva este poema para ubicar la aventura que cerca de un centenar de participantes hemos iniciado en Madrid, con el objetivo de ganarnos el cielo…o por lo menos la Compostela. Pilgrim Race, la carrera del peregrino, une la mística del Camino con los valores de la competición. Desde hoy hasta el próximo domingo la caravana recorrerá los 750 kilómetros que separan la capital del reino con el Monte do Gozo.

Y con la “fresca” de Madrid, a las nueve de la mañana arrancábamos desde Pío XII escoltados por la policía, que nos ha llevado neutralizados hasta Monte Carmelo, donde nos han “soltado” por los caminos que nos han llevado a Colmenar Viejo, Manzanares el Real, Mataelpino, Navacerrada y la primera escala en Cercedilla. Una ruta no muy larga, de 62 kilómetros, pero siempre subiendo y con una temperatura y un sol que partían el alma. Dicen que mañana comienza a remitir esta ola de calor. Esperemos que así sea.

Pero hasta cuando el calor aprieta y el ser humano se acerca a sus límites, no se pierde el buen humor. Sobre todo los profesionales de hacer reír, como Arturo Valls y Florentino Fernández, que se han armado de valor y nos han acompañado en la ruta, disfrutando de los paisajes, y también sufriendo como uno más los rigores de este verano llamado a ser el más caluroso de la historia. ¡Qué suerte hemos tenido!

Espero que las fuerzas acompañen y pueda ir contando día a día los entresijos de esta carrera. Mañana tenemos la etapa que une Cercedilla con Olmedo, 120 kilómetros cruzando la sierra para entrar en las planicies castellanas y sus conocidos arenales, grandes enemigos de las bicicletas, que se clavan al pisarlos machacando la moral del que las conduce. Si alguien sale a la ruta a vernos, por favor, que traiga abanico.