Contador, tras sus caídas: "Este Tour me está llevando al límite"
Tour de Francia en directo, etapa 21: Houilles - Paris en vivo
Alberto Contador llegó a la meta de Pau con el culotte y el maillot rasgados en la parte derecha del cuerpo, y con sangre en el manillar por las heridas de sus codos. Con cara de resignación, más que de dolor, subió inmediatamente al autobús del Trek para que le practicaran una cura inicial en las erosiones. Después, atendió a los medios de comunicación: “Desgraciadamente, tocó otro mal día. Este Tour me está poniendo al límite psicológicamente. Aunque nunca creí en la mala suerte, llevo demasiadas caídas ya y quieras que no te afectan”.
Markel Irizar, su gregario en el Trek, explicó que el madrileño sufrió dos percances: el primero, en la montonera del avituallamiento, sin mayores consecuencias. Ahí se retiró Dario Cataldo y también besaron el suelo Degenkolb, Zubeldia o Fuglsang. El segundo, a 22 kilómetros de la llegada, resultó más doloroso. A su compañero Gogl se le atascó el cambio y le tiró al suelo: “Tengo la cadera bastante tocada. Sin embargo, en los momentos así debes sacar el carácter para ser fuerte. Quien me conoce sabe que no me daré por vencido”.
No obstante, la acumulación de accidentes, “las molestias” y las dudas sobre su rendimiento le conducen a tomarse la carrera con filosofía: “Esto me complica las cosas y quizá aguarde hasta los Alpes para hacer algo”. En la salida de Eymet se mostraba más optimista: “Ojalá que disfrutemos de una jornada similar a la anterior, con una fuga por delante, un sprint y espacio para recuperar un poco. Quizá haya que sopesar moverse en los Pirineos si me siento bien. No descarto nada, aunque lo primero es restablecerse”.
Las dos nuevas caídas camino de Pau supusieron duros golpes físicos y para la moral. Algunos dentro del pelotón apuntan a la posibilidad de un abandono en vistas del escaso margen para maniobrar: se encuentra 12º, a 5:15 de Chris Froome, y sin muchas perspectivas de éxito para Pirineos y Alpes en su actual estado. “Conservo el ánimo alto”, concluye Contador.