Contador: “No sé exactamente por qué, pero me tiró Nairo...”

-¿Cómo se encuentra de las caídas del domingo?

-El cuerpo lo tengo bastante dolorido. Empecé a darme frío y las máquinas de radiofrecuencia. Estoy entero magullado. Padecí dos caídas bastante gordas. La primera, por no poder esquivar a Rafal Majka. Luego, no sé exactamente por qué, pero Nairo me tiró. Chocó contra mí y fue un impacto muy fuerte. No me costó mayor esfuerzo enlazar, después no fui bien. Aunque tengo la suerte de no haberme roto nada, ahora me toca ir poco a poco y recuperarme.

-¿Achaca a los golpes la pérdida de 4:19?

-Da lo mismo lo que diga. En el último puerto no me encontré nada bien y cedí. Al principio, me notaba impresionante. Eso fue así.

-¿Considera que se diseñó una jornada peligrosa?

-Yo creo que, en cuanto al recorrido, los puertos son los mismos. Majka frenó más de la cuenta con el freno delantero y se cayó. La carretera estaba 'botona' y sufrimos un efecto dominó. No fue una cuestión de una mala organización.

-¿Firmaría conquistar una etapa?

-Sólo me planteo recuperarme de los golpes y poder andar al estado de forma que tenía.

-¿Descarta la general?

-Me conocéis y soy optimista. La prioridad únicamente es recuperarme. Luego, si lo consigo, intentaré hacerlo lo mejor que pueda. El planteamiento será diferente si me restablezco.

-Recuperado de los golpes, ¿qué le colmaría?

-Lo único que voy a hacer es disfrutar. Que me salga una buena carrera. Mi cabeza está lista para los desafíos, pero se trata más de una cuestión física. No voy a mirar la calculadora si me pongo bien. Este día de descanso no tocaré la bici, sólo un par de minutos para ver cómo van las articulaciones. Si me restablezco bien, no pretendo ver los toros desde la barrera. Que las posibilidades de la general se hayan marchado me deja un abanico amplio para lograr cosas bonitas.

-Otra vez las caídas han truncado su Tour.

-Estas dos son complicadas porque preparé con mucho mimo el Tour. Pensé que podría ir en un segundo plano, más tapado que el resto. Metimos a Mollema y Pantano para buscar un ataque y sacar diferencias, luego me ayudaron a no perder más. Te da amargura cuando las caídas no dependen de ti. Sientes más rabia. El ciclismo funciona así, y hay que levantarse y reponerse.