Polanc culmina en el Etna una fuga de 170 km; Jungels, líder
El esloveno del Fly Emirates fue el último superviviente de la escapada del día y aprovechó que los favoritos del Giro se vigilaron entre sí.
Para muchos, la primera meta en alto en la cuarta jornada llegaba demasiado pronto. Otros, en cambio, deseaban afrontar cuanto antes la subida al Etna. Como Nairo Quintana. O como Mikel Landa. En el entorno del Sky se deslizó que Landa intentaría demostrar que merece el liderazgo de la escuadra en solitario. Eusebio Unzué, mánager del Movistar, confirmó que el colombiano pretende sacar tiempo a sus rivales a la mínima ocasión que se presente.
Sin embargo, no ocurrió ni una cosa ni la otra. Jan Polanc remató una escapada de 170 km, y Bob Jungels se enfundó la maglia rosa gracias a la renta conseguida en los abanicos de Cagliari. Los favoritos, conservadores por el fuerte viento de cara, entraron de la mano. Menos Ilnur Zakarin, que arañó 16 segundos (diez más seis de acabar segundo) con un ataque a 1,5 km del final. Nairo se limitó a marcar un tímido acelerón de Nibali y Landa se llevó un sofocón por un inoportuno pinchazo. Sebastián Henao le cambió la rueda delantera y Deignan le reenganchó en el grupo. Thomas, con el que comparte galones, picó cuatro segundos con la bonificación del tercer puesto.
Polanc, de 25 años, logró su segundo triunfo en el Giro, tras el de Abetone en 2015. El corredor del Fly Emirates, heredero del Lampre, dio al equipo su primera victoria en una gran vuelta. El esloveno conoce bien el Etna: se concentró en el volcán durante dos semanas entre marzo y abril. “Me siento feliz por hacer historia para nuestro nuevo patrocinador. Me conformaba con el éxito de 2015, alcanzar dos se escapaba a mi imaginación”.
Los nervios por coger posición de cara a la ascensión quedaron traducidos en un rifirrafe de Javi Moreno con Diego Rosa. Cuando el Bahrain pasaba a tomar la cabeza, el andaluz agarró del maillot al italiano con muy malos modos: le valió la expulsión de la ronda por arriesgar la integridad de Rosa. También se produjo una caída en una rotonda: los ciclistas confundieron la dirección, y Gaviria, radiante de rosa, y Kruijswijk se marcharon por una carretera equivocada. Aunque a Zakarin le pilló la montonera, supo recomponerse.
Mientras, el BMC se quedó sin uno de sus capitanes. Rohan Dennis, con fuertes erosiones y el cuello lesionado por la caída de la tercera etapa, abandonó. Tejay van Garderen asumirá toda la responsabilidad. Este miércoles, última jornada insular del Giro 100 entre Pedara y Messina, la localidad siciliana de Nibali. Otra ocasión para los velocistas en vísperas del traslado en ferry a la puntera de la bota: Reggio Calabria.