¿Qué fue del "mejor sistema contra el dopaje mecánico"?
La UCI enseñó a AS su método para detectar el fraude tecnológico en mayo de 2016. Y, casi un año después, dudas y críticas arrecian sobre su efectividad.
En mayo de 2016, antes de que comenzara el Giro de Italia en los Países Bajos, la Unión Ciclista Internacional (UCI) mostró a un grupo reducido de medios, AS entre ellos, la puesta en marcha del "mejor sistema para detectar motores ocultos en las bicicletas". Brian Cookson, presidente del organismo, fue igual de tajante al hablar sobre dopaje mecánico: "No hay dudas, existe y se trata de una triste realidad que debemos combatir".
Este método, basado en calcular el flujo magnético (a través de una app instalada en tablets), empezó a implementarse en 2015 y se empleó por primera vez en los Mundiales de Zolder de ciclocross, en enero de 2016. Los resultados no pudieron ser más satisfactorios: cazaron a una belga Sub-23, Femke van den Driessche, sancionada con seis años. Sin embargo, nunca más se ha vuelto a saber de una inspección productiva.
El procedimiento cuenta con un gran problema: únicamente se utiliza en las salidas y llegadas, donde basta con sacar otra bici para la revisión de rigor. Los técnicos de la UCI descartaron los ultrasonidos, los rayos X y las imágenes térmicas. En los dos primeros sistemas, por una menor precisión y una mayor complejidad. En cuanto a las imágenes de calor, por aumentar el tráfico de vehículos en el pelotón y sólo servir al activarse el ingenio.
Así, muchas voces se han alzado contra las tablets y la resistencia magnética. En France2 o CBS se llevaron a cabo investigaciones en programas de televisión. Ahí se denunció falta de interés por parte de la UCI para destapar las trampas. Incluso se acusó a la institución de entorpecer el trabajo de los gendarmes durante el Tour. Aunque el Gobierno francés desarrolló cámaras con infrarrojos, tampoco ofrecieron datos esclarecedores.
Mientras sigue el runrún motorizado y diversas organizaciones antidopaje intentan ponerse a la última, la UCI pasa sus iPads sin éxito. E Istvan Varjas, el ingeniero húngaro autoproclamado inventor, enciende más el debate... sin dar nombres: "El fraude ha evolucionado. Se producen baterías sin ruido, indetectables, y también llantas con imanes. La potencia aumenta alrededor de 300 vatios. Pero no delataré a mis compradores".