Richeze remata una fuga y da otra etapa al Quick Step
El argentino ganó la etapa y el equipo belga suma otra diana tras las dos de Gaviria y la de Boonen. Este domingo, la jornada final.
El argentino Maximiliano Richeze (Quick Step) sobrevivió al calor mejor que nadie y ganó al esprint la sexta etapa de la Vuelta a San Juan, con salida y llegada en Pocito, con un recorrido de 168 kilómetros reducido en 17 por el calor -superior a los 40 grados- en la que el holandés Bauke Mollema (Trek) retuvo el jersey azul de líder a falta de una etapa.
"El atómico", de 33 años, nacido en Bella Vista (Buenos Aires), logró la cuarta victoria del Quick Step en la presente edición, sucediendo en el podio al colombiano Fernando Gaviria, que ganó dos, y al belga Tom Boonen.
En esta ocasión Richeze se impuso a sus dos compañeros de escapada, el italiano Oliviero Troia (Abu Dhabi) y al argentino Nico "ardilla" Tivani (Unieuro), con un tiempo todos de 3h.48.47, a una media de 48,7 kms/hora.
El pelotón no pudo en esta ocasión echar abajo la fuga, sin duda por el desinterés del Quick Step, que llevaba la baza ganadora delante con Richeze, quien debía meterse en la fuga buena del día. El grupo entró a 52 segundos con el italiano Matteo Malucelli (Androni) al frente.
Día de tregua en el horno de San Juan, de manera que el holandés Bauke Mollema (Trek) retuvo la camiseta azul de líder por delante del español Oscar Sevilla (Medellín) y del colombiano Rodolfo Torres (Androni), a 14 y 16 segundos respectivamente.
Los jueces tiraron de reglamento para reducir en 17 kilómetros el martirio al pelotón. Gran idea. Un poquito de piedad, pues daba miedo mirar el termómetro: 42 grados. Así, al paso por la Difunta Correa (km 74), el pelotón ya conocía la medida antifuego que contempla la UCI para cuando se superan los 40 grados de temperatura.
El nombre de Difunta Correa despierta la curiosidad y el respeto. Así se llama el lugar de culto, especial para los argentinos, en memoria una mujer que durante las guerras civiles, a mediados del siglo XIX, salió en compañía de su bebé a buscar a su marido, que había sido reclutado a la fuerza. La dureza del desierto acabó con ella, mientras que su hijo sobrevivió al ser amamantado.
Un lugar donde los innumerables visitantes quieren ver cumplidas sus promesas. Por allí, en el poblado de Vallecito, se formó la escapada definitiva con Richeze, Troia y Tivani. La promesa era llegar a meta y disputarse la victoria entre ellos, y la Difunta fue generosa.
Tres valientes contra el calor, en pugna con un pelotón que permitió una ventaja grande hasta que la estabilizó en menos de un minuto. Pero a veces los sueños se cumplen y el tren del Quick Step permitió que uno de sus locomotoras de lujo tuviera su momento de gloria. En la meta de Pocito, atestada de aficionados, no hubo discusión.
El primero en saltar fue "Maxi" Richeze, un corredor de raíces ciclistas cien por cien. Su padre fue profesional y tiene tres hermanos en la profesión, dos de ellos, Adrián y Mauro en la Vuelta a San Juan, con el maillot del Vírgen de Fátima. Fueron los primeros en felicitar al segundo de la dinastía.
Su celebración estuvo dedicada a su hija Rebeca. Su nombre lo tiene Maxi tatuado en su muñeca izquierda, Allá fue el beso tras alzar los brazos para celebrar la cuarta victoria de 6 etapas para a escuadra belga.
Este domingo finaliza la Vuelta a San Juan con la séptima y última etapa que se desarrollará en un circuito de circunvalación en la capital de la provincia, con un recorrido de 138,2 kilómetros, en la que se espera que la pasión que vive la ciudad por el ciclismo se traduzca en la presencia en las cunetas de más de 100.000 persona.