Froome: "No me rindo y buscaré alguna oportunidad"
El británico se enfadó con sus compañeros y su director, Cioni, después del naufragio camino de Formigal. Para 2017 podría plantear ir a la Vuelta con el equipo del Tour.
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Chris Froome agarró un enfado monumental con sus compañeros del Sky y su director, Dario Cioni, después de la hecatombe de Formigal. A pesar de que también falló al no ir a rueda de Contador o Nairo, el triple ganador del Tour se sintió solo y desprotegido, como se desliza en el entorno del equipo británico. Únicamente contó con la ayuda de David López, al que Alejandro Valverde felicitó en la salida de Alcañiz: “¡Cómo tiraste, macho!”. De poco valió. El vasco, como Konig, Kennaugh, Boswell, Knees, Golas y Puccio, fue repescado. Tras una paliza soberana, eso sí. “No estuvimos a la altura”, repitió Cioni. Hubo tensión en las reuniones y en las comidas.
Froome siempre ha comentado su afecto y su ambición por conquistar la ronda española. “Sólo priorizo el Tour antes que la Vuelta”, aseguró a AS. Por eso, considera que en el Sky deberán cambiar la planificación en 2017… de cara a acudir con el nueve más potente que permita el calendario. O, incluso, repetir con la escuadra del Tour. El futuro de Cioni también ha podido verse comprometido después del clamoroso naufragio estratégico. Sus corredores le aprecian, pero no sienten la misma confianza que les ofrece el nivel táctico o la valentía de Nicolas Portal, el técnico titular en Francia.
Aunque el mensaje oficial transmite la intención de atacar y no bajar los brazos, el maillot rojo se encuentra demasiado alejado. Pasado el cabreo de la derrota, Froome habló de nuevo con los medios: “No me rindo y buscaré alguna oportunidad”. También se mostró caballeroso con sus rivales: “Fueron muchísimo mejores. Simplemente nos queda aprender de nuestros fallos, no cometerlos más y exprimirnos hasta Madrid”. Dave Brailsford, mánager del Sky, se expresó en una línea similar: “Nos quitamos el sombrero ante Contador y Nairo”. Y dejó caer un poco de autocrítica: “Quizá nos confiamos”. Los 54 segundos que separaban a Froome de Nairo en Sabiñánigo les permitían mirar a la crono con optimismo y superioridad. Los 3:37 de ahora, no.