Van Avermaet: "Alcanzar el amarillo es un nivel superior"
El ganador de la quinta etapa del Tour de Francia se mostró feliz con el liderato: "Quiero disfrutar. A partir de ahí, nos plantearemos la carrera".
Greg van Avermaet tenía fama de segundón, merecida por sus numerosos puestos de honor, hasta 2015. “La temporada pasada cambió mi estrella”, reconoce el belga, de 31 años. Concretamente, en Rodes, donde logró su primer triunfo en el Tour y pareció pasar el gafe a Peter Sagan, al que superó en un sprint agónico. Tras ganar, se retiró en Gap para asistir al nacimiento de su hija, Fleur: “El león de peluche se lo regalaré a ella”.
En Le Lioran consiguió su segunda victoria al culminar una buena aventura en solitario. “Intenté dejar a Thomas de Gendt a unos 18 kilómetros, ya que sabía que podía resultar un enemigo muy peligroso. Por suerte, conté con mejores piernas que él y saboreé un éxito doble, porque también peleé por conservar la ventaja sobre el pelotón para llevarme el liderato”.
Van Avermaet, vencedor en 2016 de la Het Nieuwsblad y la Tirreno, alcanzó el “sueño de cualquier niño”: “Lucir el maillot amarillo es llegar a un nivel superior. No sé cuánto durará, así que procuraré gozar con la sensación de mandar en la general de la ronda de tres semanas más importante del planeta”.
Después de que en 2015 quedara absuelto de una investigación por recurrir a terapias de ozono, Jim Ochowicz, mánager del BMC, señala que Van Avermaet se centró y cogió confianza de líder: “Le faltaba creer en su calidad. Ahora, le disfrutamos en el equipo junto a Porte y Van Garderen”.