Giro de Italia en directo

-Líder del Giro, ¿qué significa para usted?

-Creo que fue el día más duro de mi carrera y a la vez el más importante, porque cogí la maglia rosa. Estoy muy feliz por cómo nos salieron las cosas. En el Orica planificamos una jornada al ataque y obtuvimos la recompensa a nuestra valentía. El trabajo del equipo resultó fantástico, gracias a todos los chicos. Sobre todo, a Plaza, que me esperó y tiró como una máquina.

-En Risoul no pudo con Nibali.

-Así es, Vincenzo se mostró superior en la última subida y durante el resto de la etapa. Intenté seguirle, pero compitió mejor y más fuerte. Ahora, le considero mi máximo rival. Únicamente dispongo de 44 segundos de renta ante otro día tremendo en los Alpes.

-¿La caída de Kruijswijk determinó la jornada?

-Lamento la mala suerte de Kruijswijk. La verdad es que yo iba a rueda de Nibali e íbamos muy rápido. Cometes un pequeño error y todo se va al traste. Pero así es el ciclismo y la vida. Nunca sabremos si sin ese percance le habríamos batido. No podemos regresar al pasado, la nueva general está como está. Simplemente quiero darle la enhorabuena a Steven. Se defendió como un guerrero y se comportó como un campeón.

-¿Cómo afrontará la última etapa alpina?

-A la defensiva, lo mismo que tocó atacar para alcanzar la camiseta rosa. Se tratará del último paso hacia Turín, así que se convertirá en el más difícil de la ronda por ese motivo. Con los pies en la tierra, poco a poco, con la ayuda de mis compañeros, espero conseguir el reto de portar la maglia rosa en lo más alto del cajón. Me resulta indiferente si gano el Giro por un segundo o por diez minutos, lo importante será ganarlo.

-¿Imaginaba encontrarse en esta situación tan favorable a falta del día clave?

-Siempre hay que ser positivo y soñar, ya que los sueños se cumplen. Hace tres años, muchos médicos me dijeron que no volvería a andar en bici por mi lesión en el brazo derecho. Ahora, resta una jornada para conquistar una gran vuelta. Verme aquí significa que el trabajo de los años anteriores, no sólo con el Orica, han dado sus frutos. Deseo agradecer a mi familia, a mi escuadra y a mis allegados el respaldo en un proceso muy complicado, con baches que gracias a Dios se vencieron.

Johan Esteban Chaves

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