Nieve logra el primer triunfo español y Amador viste de rosa
El vasco ganó la segunda etapa de su carrera en el Giro. Jungels cedió en Valle y el costarricense es líder. Valverde es cuarto, a 43 segundos. Giro de Italia: Etapa 21, contrarreloj final
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Mikel Nieve logró el primer triunfo español en la primera etapa seria de montaña, y el Movistar vistió de rosa a Andrey Amador, primer costarricense líder en Italia. Un día casi redondo para el pelotón nacional en el Giro. Porque la táctica del equipo navarro falló de manera rotunda. Alejandro Valverde no disputó la bonificación de la tercera posición ya que creyó que no había nada que disputar. Tiró para ampliar la renta con Bob Jungels y se desentendió completamente. De hecho, miró con cara de incredulidad a Vincenzo Nibali, quien, bien informado, le arañó cuatro segundos y ahora le saca dos.
Por delante sólo entraron Nieve y Giovanni Visconti, compañero de Amador y Valverde, que no paró pese a que no iba a llevarse la victoria. “Nadie me dijo que me detuviera”, se exculpó el italiano. Así que, para más inri, al murciano le birló otros seis segundos Visconti . “¿Por qué ninguno me comentasteis la situación?”, se quejó Valverde a Eusebio Unzué. El mánager le contestó con una evasiva: “No se escuchaba radio vuelta, sufrimos mucha desinformación”. El Movistar envió a cuatro corredores en la fuga, se descolgaron poco a poco tres, y al final ni Visconti sirvió de puente. El ritmo del Astana y los acelerones de Nibali no permitieron alegrías. Jungels cedió 50 segundos y el resto de favoritos llegaron en el mismo tiempo.
Procedente de la fuga, Mikel Nieve calculó perfectamente la distancia. A 40 km, en las rampas más duras de Porzus, se marchó en solitario. Los cuatro puertos sumaban 28,9 km de subida al 8,5%. Una jornada ideal para un fondista como Nieve, el solucionador. Si tu líder falla, llama al navarro. Ocurrió en Cotobello, en la Vuelta de 2010, debido al abandono por lesión de Igor Antón. Repitió en Val di Fassa, en el Giro de 2011, cuando Antón se hundió tras vencer en el Zoncolan. Volvió a coger los galones en Courchevel, en el Dauphiné de 2014, con Chris Froome fuera de juego. Y sucedió de nuevo en Cividale del Friuli, con Mikel Landa en casa.
Este sábado toca el tappone dolomítico: dos cimas de primera, tres de segunda y uno de tercera, más de 5.300 metros de desnivel acumulado y un muro de sólo 300 m, pero con porcentajes del 19%, a 4,5 km de la meta. En nombres propios: Pordoi (9,3 km al 6,9%), Sella (5,5 km al 8%), Gardena (5,8 km al 4,4%), Campolongo (6 km al 5,8%), Giau (9,8 km al 9,4%) y Valparola (11,5 km al 5,8%), cumbres míticas de los Dolomitas. “Un día de máximo respeto”, corroboró Valverde, que la inspeccionó con Amador después de la Tirreno: “No imaginábamos que nos encontraríamos de líder y cuarto, con todas nuestras opciones abiertas”.