Nibali y Dumoulin, en un Tour de Omán más duro que nunca
La carrera más atractiva del Medio Oriente ha tenido que lidiar con varios problemas, pero ha configurado un recorrido y cartel que prometen espectáculo.
El Tour de Omán, la carrera más atractiva de las que celebran por estas fechas en el Medio Oriente, vive desde este martes su séptima edición con un buen número de nombres importantes del pelotón, a pesar de haber tenido que lidiar recientemente con algunos problemas. Y es que en 2015 una tormenta de arena y las altas temperaturas hicieron mella, hasta se llegó a suspender una etapa, y equipos como el Sky o el Movistar han decidido no participar este año.
Eddy Merckx, organizador de la carrera que tutela ASO, reconoció los errores pasados, pero también afirmó que “en el Tour Down Under hizo mucho más calor que los 28º que se esperan en Omán estos días (incluso hay previsión de lluvias en alguna jornada)". Una competición que por el momento no tiene asegurada su continuidad en 2017, algo que se podría aclarar cuando concluya, como se confirmó en la presentación de este lunes.
A pesar de ello, la prueba no estará carente de atractivos ya que primeros espadas como Vincenzo Nibali (Astana), que ya debutó en San Luis, o Richie Porte (BMC), segundo en Down Under con triunfo de etapa, u otros como Tom Dumoulin (Giant), que darán sus primeras pedaladas en competición, han elegido Omán para continuar su preparación, en el caso de estos tres, para el próximo Giro de Italia, donde serán rivales directos de Mikel Landa o Alejandro Valverde.
No serán los únicos. Bardet y Pozzovivo (Ag2r), el ya ganador de una etapa en Valencia como Dan Martin (Etixx), Van den Broeck (Katusha) o Rui Costa (Lampre) estarán en la línea de salida de esta ronda de seis etapas que, a diferencia de las llanas Qatar y Dubai, cuenta con terreno para todos los gustos. Porque si bien los sprinters tendrán varias oportunidades (aquí la nómina también es interesante con Kristoff, Bennett, Modolo o Hofland), la jornada inicial de este martes cuenta con dos subidas al final que puede ser buena ocasión para perfiles clasicómanos como Boasson Hagen (Dimension Data), Van Avermaet (BMC) o Gasparotto (Astana). También el miércoles, con una novedosa meta en una cota de tres kilómetros.
Aun así, a priori será la cuarta etapa, la del viernes, con el clásico final en la llamada Montaña Verde, el que decida la general. La subida ha sido ampliada con algo más de un kilómetro con rampas superiores al 13%, dejando la ascensión en unos respetables y duros 7 km a más del 10% de pendiente media. En 2015, el alicantino Rafa Valls, ahora en el Lotto Soudal, conquistó tanto la Montaña Verde como la clasificación.