Wout van Aert devolvió a Bélgica el título mundial de ciclocross ante sus compatriotas de Heusden-Zolder al batir en los últimos metros al holandés Lars Van der Haar, que llegó a la meta cinco segundos después.

El vasco Javier Ruiz de Larrinaga, seis veces campeón de España, se clasificó en la vigésima séptima posición.

Kevin Pawels redondeó el éxito belga al colgarse la medalla de bronce, dejando fuera del podio a su veterano compatriota Sven Nys, dos veces campeón mundial y dominador de la especialidad en los quince últimos años, que llegó por delante del campeón del 2015, el holandés Mathieu van der Poel.

Un enganchón con la bici de Van Aert, a falta de tres vueltas, dejó sin opciones al favorito Van der Poel, que perdió 15 segundos en cambiar de máquina y ya no pudo regresar a la lucha por el título.

Van der Haar aprovechó la confusión para lanzar un duro ataque que le puso en cabeza durante unos minutos, pero al penetrar en el último giro le había atrapado Van Aert, que terminaría siendo su verdugo.

El campeonato registró una contienda entre belgas y holandeses que se resolvió, primero por el accidente del campeón, y al final por la mayor potencia de Van Aert, que en la última cuesta arriba dejó atrás a Van der Haar y tuvo tiempo de saborear su victoria en la recta asfaltada que conducía a la meta.

Van Aert se impuso con un tiempo de 1h05:51, seguido, a 5 segundos, de Van der Haar, que mejora un puesto con respecto al año pasado, y de Kevin Pawels, a 35 segundos.

En la prueba sub-23, el belga Eli Iserbyt batió en el esprint al checo Adam Toupalik y a su compatriota Quinten Hermans, mientras que el valenciano, siempre en el grupo delantero, acabó sexto a 15 segundos del ganador. El otro español, Kevin Suárez, se clasificó vigésimo, a 2:05 minutos.

Toupalik levantó los brazos creyendo que había ganado cuando faltaba una vuelta y perdió unos metros. Logró enlazar con Iserbyt, pero tal vez pagó el esfuerzo cuando el líder de la Copa del Mundo le batió al esprint.