Dumoulin: “Mi novia me quiere igual aunque termine el 100º”

La presión de luchar por una gran ronda, atender a medios de comunicación internacionales… para Tom Dumoulin, “todo es nuevo en esta Vuelta, pero muy bonito”. El neerlandés se siente “preparado y confiado” ante la crono de Burgos, 38,7 kilómetros que pueden darle el liderato: “Quizá coja el maillot rojo, quizá no. Después de dos semanas no resultará tan fácil como creen los periodistas. Si lo consigo, será difícil conservarlo en las tres etapas de montaña que faltarán aún”. Él mismo reconoce que el Giant no ofrece garantías: “Somos una familia, un bloque muy sólido para los sprints, pero no vinimos con la mente puesta en conquistar la general”. Por eso, en los Países Bajos afirman que una alianza con el Lotto-Jumbo, equipo compatriota, sería una posibilidad real.

Mientras, a Dumoulin se le nota relajado al hablar, bromea y da titulares: “Mi novia me quiere igual, aunque termine el 100º. Frente a esta vorágine, mi familia me ayuda a que los pies sigan en el suelo”. La clave de su rendimiento reside en su mejora en la escalada: “Mis prestaciones se han multiplicado. Lo sabía, pero no imaginaba que me convertiría en un aspirante a esta Vuelta. Existen posibilidades reales de ganar la carrera”. Bronce en contrarreloj en el Mundial de Ponferrada, Eusebio Unzué ya le compara con Miguel Indurain: “Buah, aún no he logrado nada”. En ello está.