Oliveira gana en la víspera del tríptico de gran montaña
El portugués del Lampre remató en solitario una fuga de 24 corredores en Tarazona. Nairo sufrió al inicio de la etapa. Este sábado se sube a la Fuente del Chivo.
Nelson Oliveira, portugués de 23 años del equipo Lampre, subcampeón del mundo sub-23 de contrarreloj en 2009, remató en solitario una escapada de 24 corredores en la 13ª etapa de la Vuelta a España, entre Calatayud y Tarazona. Gianluca Bambrilla y Romain Sicard aprovecharon la fuga para dar un salto en la general a las plazas novena y décima, ambos a 2:51 minutos de Fabio Aru, que mantiene el maillot rojo. Los gallos se tomaron así cierto respiro en vísperas del tríptico de gran montaña del Cantábrico, que enlazará llegadas en alto en Fuente del Chivo, Sotres y Ermita de Alba. Sólo fue un mal día para Nairo Quintana, que sufrió mucho en el primer puerto de la jornada, aunque luego entró con los favoritos.
El trazado de media montaña (dos puertos de 3ª y uno de 1ª), en vísperas del tríptico cantábrico, era una incitación irresistible a la búsqueda de una escapada. La etapa partió muy rápida, porque nadie quería faltar a la cita. La fuga se consolidó finalmente con 24 ciclistas pertenecientes a 15 escuadras. Entre los equipos sin representación estaban los de los tres primeros de la general: el Astana de Fabio Aru, el Katusha de Purito Rodríguez y el Giant de Tom Dumoulin. Todos ellos guardan fuerzas para arropar a sus líderes en las tres batallas que se avecinan.
La escapada albergaba a ciclistas de nivel, como Henao, Roche, De Marchi, Arroyo, Elissonde, Rubén Plaza, Rojas, Chavanel, Coppel, Cummings, Sicard, Bambrilla… Corredores con tablas y con el colmillo afilado. También estaba el luso del Lampre, con ganas de incorporar por fin una gran victoria a su palmarés. La Vuelta está facilitando este año el bautismo en grandes rondas de varios corredores: Chaves, Ewan. Lindeman, Stuyven, Sbaragli, Dumoulin, Danny Van Poppel... Y el portugués Oliveira, que se unió al listado con un ataque a 27 kilómetros, en el descenso del Moncayo, después de un intento de Pawel Poljanski. Desde ahí exprimió sus dotes de rodador y contrarrelojista para alzarse vencedor con un minuto exacto sobre el resto de fugados, encabezados por Julien Simon. El pelotón llegó a 4:48.
Entre los ciclistas fuertes de la general hubo calma, que sólo se rompió por el sufrimiento que arrastra Nairo Quintana. “La fiebre me ha dejado vacío”, decía el colombiano el día anterior. Este viernes se descolgó en el primer puerto, el Collado de Oseja (3ª), pero luego pudo empalmar en el descenso y terminar la jornada en el grupo principal. "Me voy encontrando mejor", apuntó al término de la etapa. Pero no pinta bien el futuro inmediato para Nairo. Al menos el Movistar sí tuvo algo que celebrar, por encima de éxitos deportivos: la paternidad de Imanol Erviti.
El sprint de Danny Van Poppel en Lleida y la fuga exitosa de Oliveira en Tarazona dejarán paso a partir de este sábado al tríptico del Cantábrico, tres llegadas en alto inéditas consecutivas en la Fuente del Chivo, Sotres y Ermita de Alba. Esta última, además, ha sido calificada como “la otra etapa reina” de la Vuelta, tras el colosal recorrido de Andorra del pasado miércoles. Con la contrarreloj de Burgos en el horizonte (miércoles), el escenario que se plantea es un “todos contra Dumoulin”. Aru, Purito o Chaves saben que tienen que eliminar al neerlandés si quieren la victoria final en Madrid.