El apellido Van Poppel vuelve a cazar el sprint de una grande
Danny, de 22 años, hijo del ilustre Jean Paul Van Poppel, se impuso en Lleida a Daryl Impey, tras sufrir una avería a 10 kilómetros. Su hermano Boy también corre la Vuelta.
El apellido Van Poppel vuelve a reinar en un sprint de la Vuelta a España. El ilustre Jean Paul encadenó nueve victorias aquí entre 1991 y 1994. Y este jueves ha sido su hijo Danny, de 22 años, quien alzaba los brazos en la meta de la 12ª etapa, en Lleida. Como todo queda en casa, su hermano Boy también participa en esta edición con el mismo equipo, el Trek, aunque en este momento ocupa el farolillo rojo. El triunfo de Danny, el primero que logra en una grande, tiene doble mérito porque a diez kilómetros de la llegada sufrió una avería. Aunque quizá el mérito haya que dárselo, una vez más, a los vehículos que le ayudaron a reincorporarse. Fabio Aru retuvo el maillot rojo sin sobresaltos.
John Degenkolb volvió a perder una oportunidad de oro. Con las consumadas retiradas de Sagan, Bouhanni y Caleb Ewan, el alemán es actualmente el velocista de mayor prestigio de la Vuelta. Pero cuando no es Sbaragli, es Van Poppel... El caso es que Degenkolb sigue sin estrenarse en la Vuelta: esta vez fue quinto. Ni el equipo Giant, ni él mismo están sabiendo rematar. Su compañero Tom Dumoulin, que se mantiene tercero de la general, fue crítico con la situación: "Degenkolb es el más rápido de la carrera, pero si el resto de cosas fallan, se puede ser el más rápido y no ganar".
La jornada posterior a la colosal etapa de Andorra había comenzado con la crónica del abandono de Chris Froome. Las pruebas complementarias de este jueves confirmaron la fractura de un hueso del tobillo derecho. La lesión no le impidió completar el tremendo recorrido del país pirenaico, a 8:45 minutos de Mikel Landa, “para honrar a la Vuelta y a los compañeros del Sky”, según explicó en la meta de Cortals d'Encamp. Jasper Stuyven ganó en Murcia con una muñeca rota. ‘Los ciclistas son de otra pasta’, capítulo enésimo.
Después de ganar el Tour, Froome no tenía ninguna necesidad de participar en la ronda española, pero se apuntó con el desafío de un doblete que nadie ha conseguido desde que la carrera cambió sus fechas de primavera a verano. Y también porque la Vuelta es una competición muy especial para él, porque aquí se descubrió en 2011 como ciclista para grandes rondas. Froome ha vuelto a perder sus opciones de victoria en una carrera que se le resiste, pero se ha ganado otra vez el corazón de los aficionados españoles.
Otros ecos matinales apuntaban al incidente que sufrió Sergio Paulinho con una moto de TVE, que le obligó a abandonar con 17 puntos de sutura. Una reincidencia tras el atropello a Peter Sagan. Se celebró una reunión en la salida con miembros de la Vuelta, el jurado, el Tinkof y la televisión pública. Tras ella, el equipo danés, que tiene a Rafal Majka en la cuarta plaza, decidió continuar en la competición, pero avisó que no toleraría ni un caso más. RTVE pidió disculpas, aunque los jueces exculparon a su motorista porque fue el ciclista quien perdió la trazada. La Vuelta, por su parte, aseguró que se van a extremar las medidas de seguridad en carrera.
Una vez resueltas las secuelas del día anterior, el pelotón arrancó la 12ª etapa en su camino de regreso a España. La escapada imposible del día estuvo formada por Alexis Gougeard, Miguel Ángel Rubiano, Maxime Bouet, Jaco Venter y Bert Jan Lindeman, el mismo que ya mojó en la cima de Capileira. Tuvieron cerca de seis minutos de ventaja, pero los equipos de los escasos velocistas que se mantienen en carrera no permitieron la alegría. El quinteto, eso sí, vendió cara la derrota. El insistente Bouet sólo fue rebasado en el último kilómetro. Ahí, Van Poppel impuso su velocidad… Y su pedigrí.