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VUELTA A ESPAÑA

Froome: “Va a ser la etapa más dura que he afrontado nunca”

La Cumbre del Sol destapó al mejor Froome y ya no hay dudas de que el ganador del Tour 2015 (a 1:18 del líder Dumoulin) quiere hacer doblete en la Vuelta.

Chris Froome posa para AS.
DANI SANCHEZDIARIO AS

—¿Qué tal el viaje en helicóptero? Tuvieron un susto.

—Sí, así es. Debimos parar en Reus por las malas condiciones climatológicas, una tormenta no permitía volar con seguridad. Allí esperamos a los demás coches y al bus, y completamos el resto del viaje hasta Andorra por carretera. Llegamos al hotel sobre las 00:30 de la noche. (Froome atendió a AS en el Nordic de El Tarter, a 20 minutos de Andorra. Un Rolls Royce y un Porsche se encuentran aparcados en el hall. Descansó “bien” y después de la entrevista rodó “un rato, con tranquilidad”).

—¿Cómo se siente tras el primer bloque de competición?

—Me veo bien, metido en carrera y motivado. Mi moral y la de mi equipo están muy bien, pero no cabe duda de que no dispongo aquí de la misma condición que en el Tour.

—¿En qué etapas o dónde considera que se producirán movimientos clave?

—En esta segunda semana afrontaremos días realmente complicados, donde se perfilará más la lucha por la general. Especialmente difícil resultará el de Andorra, con más de 5.200 metros de desnivel. Nunca he disputado una jornada tan dura en una gran ronda, así que no sé cuáles son las expectativas. El tiempo cambiará, bajarán las temperaturas y quizá llueva. Al venir del calor, en primer lugar se abrirán bastantes diferencias para ganar o perder, y en segundo, muchísima gente podría abandonar.

—¿Se trata del perfil más exigente al que se ha enfrentado nunca?

—Sí, definitivamente. Se convertirá en la etapa más importante de esta Vuelta.

—En el Tour siempre permaneció bien protegido y respaldado por el tren del Sky. Aquí compite más a su aire. ¿Por qué esa manera anárquica?

—Yo no diría eso, mis compañeros siempre me apoyan en cualquier momento y ante cualquier inconveniente. Sin embargo, no me encuentro en la forma óptima y por tanto no le pido a mi escuadra que vaya a full gas, ya que me arriesgaría a quedarme descolgado. Por eso prefiero imponer mi propio ritmo y mi propia velocidad, y ser lo más conservador para crecer poco a poco.

—Por cómo transcurre la Vuelta y con la crono de Burgos en la última semana, ¿ve más cerca el doblete?

—Uf, aún me parece muy lejano y difícil. Por supuesto que daré el máximo para conseguirlo, me siento bien para intentarlo. No obstante, soy realista. Nadie lo ha logrado y después de acabar el Tour no comencé al 100%. Confío en mejorar y plantar batalla hasta el final. El público me da ánimo y me transmite cariño. Aficionados tan apasionados transforman la Vuelta en una ronda especial. Aquí exploté en 2011, comprobé que disponía de capacidad para aspirar a los títulos en las tres semanas. Me encantaría conquistar mi primera Vuelta después de terminar cuarto y segundo en dos ocasiones.

—¿Rivales a los que vigilar?

—Desde Dumoulin, que lleva ventaja y disfruta de un gran golpe de pedal, hasta los escaladores como Aru, Chaves, Rodríguez, Valverde o Quintana. Existe un abanico amplio.

—¿Cómo recibió el pelotón el atropello de Sagan, los traslados o las graves caídas recientes?

—Tengo el feeling de que muchos corredores no están conformes, sobre todo por introducir elementos peligrosos como la Cresta del Gallo, donde la organización conocía perfectamente de anteriores pruebas que se arriesgaba a que hubiera percances. Nuestra seguridad debería imponerse por encima de cualquier trazado.

—Enumere sus motivaciones para pelear cada día.

—Aunque hay muchas, principalmente deseo convertirme en el mejor deportista que puedo ser, demostrar que se pueden alcanzar éxitos con limpieza. Además, quiero que mi familia, mi mujer y mi futuro hijo, que nacerá en diciembre, se muestren orgullosos de mí.

—¿No le interesa hacer historia?

—Claro que supone una satisfacción que te reconozcan y te recuerden en el ciclismo, pero no lo considero lo más importante para mí, o una motivación que me mueva.