Ewan de Guadaíra
El joven Caleb Ewan, de 21 años, se impuso al sprint a Degenkolb y Sagan. Chaves perdió el liderato en favor de Dumoulin y Froome arañó seis segundos a los favoritos.
No hay fronteras. Ni océanos. Sólo vecinos lejanos. Un australiano de origen coreano ganó la quinta etapa de la Vuelta a España: Caleb Ewan. Quien tenga problema con el nombre (la mente nos lleva a Cadel Evans), tendrá tiempo para memorizarlo, aproximadamente una década. El chico sólo tiene 21 años y un futuro más luminoso que el sol de julio. Más difícil fue familiarizarse con Djamolidine Abdujaparov y ahora todos hablamos uzbeko.
Ewan es el enésimo ejemplo de la imparable internacionalización del ciclismo. El día de su victoria, un etíope, el primero que corre la Vuelta, formó parte de la fuga de la jornada. Retener su nombre (o apellido) resultará algo más complicado: Tsgabu Grmay. Sus compañeros de escapada, Keisse y Duchesne, lo recordarán mejor porque el etíope fue económico con los relevos.
Todos se sintieron como en casa. Los nueve estadounidenses del pelotón porque la etapa salió de Rota (base de la US Navy desde 1953) y el japonés Yukiya Arashiro porque muy cerca quedó Coria del Río, localidad con vínculos nipones desde que en 1614 la visitó el samurai Hasekura Tsunenaga. Parte de su séquito se estableció en la ciudad y se mezcló con sus habitantes en sentido estricto. El apellido Japón puede dar fe de la cariñosa fusión.
Lástima que nos falte un corredor chino en la presente edición, pues la etapa circuló también por Trebujena, escenario del rodaje el Imperio del Sol (1987, Steven Spielberg). De aquella expedición cinematográfica nació el dicho “estar más perdido que un chino en Trebujena”, en sincero homenaje a los atribulados asiáticos que trabajaron como extras.
Pero regresemos al ganador. No es la primera vez que se menciona el nombre del joven Caleb Ewan en la Vuelta. Nibali lo pronunció para culparle de la caída de la segunda etapa, la que provocó su corte y posterior remontada motorizada. “Hizo un mal movimiento, una locura. Miren el vídeo y entenderán por qué hay tantos corredores heridos. Le estuve buscando mientras esperaba mi bici, pero por fortuna para él ya había no estaba allí”. Ewan ha negado su responsabilidad en la montonera, pero el Tiburón no es el único ciclista que le tiene por un corredor peligroso. A partir de ahora, Sagan, Degenkolb y los velocistas del mundo también se suman a la lista.
La meta de Alcalá de Guadaíra (ciudad color albero y cuna maestro Araújo) nos dejó otras grandes noticias. Tom Dumoulin, que había rondado el liderato en el Tour, es el nuevo maillot rojo de la Vuelta porque Esteban Chaves entró a ocho segundos; el espigado holandés (1,85) es el primer líder que no parece sobrino de las gallardas azafatas.
No sólo Dumoulin sacó ventaja de la última cuesta. Froome aprovechó el desnivel para limar seis segundos a Valverde, Nairo, Purito, Landa, Aru y Van Garderen. Hoy, camino de Cazorla (puerto de 2ª), sabremos si fue casualidad o pellizco premeditado.
De momento, no hay etapa sin sobresalto, portaaviones a la vista o accidente natural. Así deberíamos seguir ahora que acompaña la sierra y asoman los bandoleros sin fronteras. Veremos.