Tony Martin: “Ya era una obsesión no vestir de líder”
No había sido nunca líder del Tour: “Ansiaba lucir esta prenda, casi se había convertido en una obsesión acariciarlo y no vestirlo. Me siento muy feliz tras mi enfado inicial”.
![Tony Martin celebra el triunfo.](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/5ORGD4XAVBKQDFM6ILV7OZKGJA.jpg?auth=69978f52587625d21f22c9dfd785ddd2b823fe1d74122b86f3d18d2926e02f46&width=360&height=203&smart=true)
A Tony Martin se le escapó el maillot amarillo en Utrecht, ante Dennis, por cinco segundos. En Zelanda, contra Cancellara, por tres. En Huy, frente a Froome, por uno. El alemán no había sido nunca líder del Tour con anterioridad: “Ansiaba lucir esta prenda, casi se había convertido en una obsesión acariciarlo y no vestirlo. Me siento muy feliz tras mi enfado inicial”.
En la segunda etapa, además, hubo bronca en el Etixx. Martin lanzó a Mark Cavendish, que dejó de pedalear pronto y Cancellara se enfundó el jersey gracias a la bonificación: “En cualquier equipo existen roces. Por fortuna, las cosas se superan”. Cavendish felicitó efusivamente a su compañero en Cambrai.
Casi todo el Etixx participó en el triunfo de Martin. Si Trentin le prestó su bici cuando pinchó, Golas, Kwiatkowski y Urán le ayudaron a entrar en el grupo de cabeza. Su ataque a cuatro kilómetros de meta fue marca de la casa: “Merckx me dijo por la mañana que lo probara. También me lo recomendó Boonen, con el que hablé por teléfono. Había inspeccionado el trazado y sabía que podía lograrlo”.
Tampoco se olvidó de enviar un mensaje a su país: “Me alegra que siguieran de nuevo, con la televisión en directo, el éxito de uno de sus compatriota”.