TIRRENO-ADRIÁTICO
Nairo Quintana doma a Contador bajo la nieve del Terminillo
Con un ataque a 5 kilómetros, el colombiano ganó la etapa reina y es el líder con autoridad: 39" sobre Mollema; 48” sobre Urán; 57” sobre Pinot, y 1:03 sobre el español.
La intensidad de la nieve y la niebla apenas dejaron contemplar la imagen. Nairo Quintana, un colombiano, domó el Terminillo a pesar de las adversas condiciones meteorológicas, cruzó la meta triunfal y es el nuevo líder de la Tirreno-Adriático. Poderoso. El jefe de filas del Movistar aventajó en 41 segundos al holandés Bauke Mollema y en 55 a un grupo de gallos encabezado por Purito Rodríguez, donde también estaban Rigoberto Urán y Alberto Contador, pero no Vincenzo Nibali, devorado por las rampas del monte de abrucense. Tampoco aguantó el maillot azul, Wout Poels, relegado ahora a la décima plaza de la general (a 1:13).
Con las bonificaciones, Nairo Quintana ha tomado una ventaja de 39 segundos sobre Mollema; 48” sobre Urán; 57” sobre Thibaut Pinot, y 1:03 sobre Contador. Una renta que se perfila suficiente para adueñarse del tridente de los Dos Mares, a la espera de la contrarreloj del martes de 10,5 kilómetros en San Benedetto del Tronto.
El Terminillo, una subida de 16,1 kilómetros al 7,3% (con rampas máximas del 12%), se presentaba como la etapa reina de la Tirreno, el mejor escenario para medir las fuerzas de los tres ganadores de las tres últimas grandes vueltas: Quintana, Nibali y Contador. Con Urán (segundo del Giro) y Pinot (tercero del Tour) como invitados de categoría.
El primero en moverse, sin embargo, fue Roman Kreuziger, a quien el Tinkoff de Contador envió por delante a falta de 7 km. Estaba a 27” en la general y era una buena baza táctica. Nairo, muy atento, no permitió alegrías. A poco menos de 5 km fue el propio colombiano quien arrancó la moto, sin piedad. Contador y Urán intentaron enlazar, estuvieron incluso a pocos metros. No lo lograron. Paralelamente, Nibali se hundía.
El ataque de Nairo Quintana desató las iras del cielo. La nieve caía con crueldad mientras que el escarabajo del Movistar arañaba segundos al reloj. Hasta tres veces saltó por detrás Contador para neutralizar parte de la ventaja, pero no tenía las piernas de otras veces. Sí logró abrir brecha Mollema, cuarto de la Vuelta 2011 y sexto del Tour 2013, que se ha colocado en una posición privilegiada para acompañar al colombiano en el podio final.