Marcel Kittel gana al sprint ante 200.000 espectadores

Chiquillas igual de emocionadas al recibir un apretón de manos de Froome que de Smukulis, fans totalmente entregados a la caza del autógrafo de Juraj Sagan y, sobre todo, un aficionado con una amplísima colección de maillots, que ofrecía para firmar y fotografiar según el equipo y el corredor, daba lo mismo que no conociera su nombre. Los japoneses, un pueblo educado y respetuoso, viven las novedades con entregada pasión. Como en la primera edición, en 2013, y encima con sol y buen tiempo, el Critérium que organiza ASO en Saitama resultó un éxito de público: unas 200.000 personas acudieron al circuito contiguo al sensacional Super Arena, con 250 periodistas acreditados.

ASO apuesta por la exportación de su producto, el ciclismo, y desde luego la estrategia va por el buen camino. Tras la multitudinaria acogida que recibió el Grand Depart en Yorkshire, en julio, el Tour ha creado una ronda de tres días en la región inglesa para 2015. En Saitama, los ciclistas se muestran encantados por el cariño de los nipones y el relax del final de campaña: ruedan sin tensión y pasan unas vacaciones con sus familias, amigos o parejas.

El evento funciona de maravilla: empresas que promocionan sus productos en los alrededores del Super Arena, la gente volcada y disfrazada, pikachus, doraemons y un tremendo elenco de corredores. En este ambiente festivo, Nicolas Roche y Arnaud Demare lograron los triunfos en las rondas por puntos, y Marcel Kittel, en el Critérium. Esta vez, comentaristas y espectadores vibraron genuinamente con unos desenlaces casi de verdad. Se agradece.

En la carrera principal, un acelerón de Beppu y Arashiro a cuatro kilómetros del final desató la euforia, pero Nibali no andaba por la labor de permitir una alegría local. Sin embargo, y contra todo pronóstico, el italiano, vigente campeón del Tour, fue atrapado a 400 metros de la meta y se produjo un sprint. En esa volata, Kittel superó a Sagan y Kristoff. Lo dijo Froome en la previa, sin ponerse colorado: “Resultará durísimo defender mi título ante unos rivales tan fuertes”. El alemán, con 13 victorias en 2014, lo festejó: “Supone la guinda a una gran temporada”. ASO, que desea mantener la cita en su cartera, ya ha convertido la competición en algo más serio.