VUELTA A ESPAÑA
Chalecos de hielo y casi 4.000 bidones para combatir el calor
Los datos recabados por los pulsómetros de los ciclistas marcaban temperaturas de casi 50º. Purito, crítico: "No puede ser bueno para la salud".
El pelotón sufrió camino de Córdoba temperaturas que oscilaron entre los 45 y los 50 grados, depende los datos recabados y el protagonista consultado. “Mi pulsómetro marcó 47 grados, se hizo durillo con este calor. Ahora quiero pegarme una ducha bien fría”, reconoció Contador en la meta de Córdoba. No le hubiera venido mal aplazar ese desafío del cubo de hielo que le lanzó Chris Froome. Una iniciativa solidaria (en teoría, los nominados donan dinero para luchar contra el ELA) que se ha puesto de moda en la Vuelta, quizá para refrescarse.
Purito resultó más crítico: “No puede ser bueno para la salud competir con este calor extremo. Pienso que no se debería correr con cero grados, ni con 50. ¿Dónde está el límite?”. Y fue un poco más allá, de cara a la subida de mañana en La Zubia: “Quizá con estas temperaturas sólo dispongas de un disparo, cuesta muchísimo ir en bici”.
Para combatir la canícula, los equipos equiparon a sus ciclistas con chalecos con hielo, toallas frías para rodear el cuello y cientos de bidones de agua. Sky dispuso 250 botellas para toda la jornada. “Algunas para tirarnos por encima y otras para beber, hizo demasiado calor”, confesó Mikel Nieve. Cada corredor de la escuadra británica salía a una media de 27 bidones, una cifra que otras formaciones estimaron en unos 20 por cabeza. En total, casi 4.000 bidones. Y para esta tarde, más chicharra.