Tour de Francia
El triunfo: tan cerca, tan lejos
Vincenzo Nibali está a diez días de París (cinco finales en alto). Llega el calor. Sus victorias en la Vuelta 2010 y en el Giro 2013 tuvieron en común el frío.
Arrancaré fuerte: tan cierto como que Nibali es el principal favorito para ganar el Tour podemos afirmar que sólo hay un ciclista superior a Valverde en lo que queda de carrera, Nibali. Espero que no discutamos en este punto porque sería muy pronto para empezar a discutir. Porte, el otro candidato oficial, es una promesa de 29 años sin podios en grandes vueltas; hasta el día de hoy, un interesantísimo ciclista sin gol.
Dicho esto, me sorprende la desconfianza de algunos aficionados hacia Valverde, ganador de la Vuelta 2009 (más otros cuatro podios, el último en 2013) y top-ten del Tour en tres ocasiones. A pesar de tan dilatado recorrido (añadan dos Dauphinés), todavía hay quien sostiene que Valverde es, fundamentalmente, un ciclista de clásicas, sin cilindrada para abordar el Tour. Algo similar se comentaba de Evans, hasta que se proclamó vencedor con 34 años, los mismos que tiene ahora el líder del Movistar.
No aspiro a convencer a los críticos porque ellos están dos minutos y medio más cerca de tener razón que yo; sólo pretendo exponer razones para la esperanza, las que tendrían holandeses, belgas o franceses si Valverde hubiera nacido en Murcingen, en Murcieken o en Murciet sur Seguret.
Sus grandes. Hay más y no son posos del café. Analicemos las grandes victorias de Nibali. El italiano, ganador de la Vuelta 2010, consiguió el liderato después de la caída del maillot rojo, Igor Antón, que se fracturó un codo cuando era uno de los ciclistas más en forma de la carrera. El mal tiempo fue protagonista de aquella edición. Los Pirineos se pasaron con 10º, en Peña Cabarga llovió y en Los Lagos la pelea se acompañó de agua y niebla.
El Giro 2013, segunda gran conquista de Nibali, será recordado por el frío. La imagen más repetida de aquella edición es la del italiano venciendo en Las Tres Cimas de Lavaredo bajo un manto de nieve. Wiggins acusó el mal tiempo y abandonó por una infección respiratoria. Nibali se jugó el triunfo contra un segundo espada del equipo Sky, Rigoberto Urán.
Si tomamos el Tour como referencia, advertimos que en 2012, cuando Nibali fue tercero, Contador no participó por sanción y Andy Schleck, vigente campeón, fue baja por una caída (con fractura) en la Dauphiné. Hasta los Tiburones necesitan suerte.
Quedan diez días de Tour (cinco finales en alto) y se anuncia calor. Valverde es tercero en la general y Purito, maillot de puntos rojos. Nibali se siente campeón, listo para el triplete histórico. Yo que ustedes no dejaría de mirar. Ni de leer.