Purito Rodríguez: “No pasa nada por ir tranquilo en una grande”

—¿Cómo se encuentra después de los primeros siete días de rodaje?

—Poco a poco mejor. Ya dije que venía a coger el ritmo de competición esta semana, y algunos periodistas no os lo creíais. Llevaba sin competir desde mi caída en el Giro, en mayo. Así que milagros, a Lourdes­. Aunque me siento bien, me falta chispa y ese plus que te da verte metido en la tensión de la carrera.

—En condiciones normales le preguntaría si aspira al triunfo en Gerardmer.

—Sí, supondrá un buen test comprobar hasta dónde puedo llegar. No sé si acabaré en posición de buscar la victoria. Si no, habrá que esperar a los Alpes. Y si no, a los Pirineos. Cuando no te involucras en esa pelea por la general, la presión resulta menor. Eso sí, en el Katusha­ fijamos como objetivo ganar una etapa de montaña.

(Purito marcha en la plaza 153º de la general, a 47:35 de Nibali. Habitualmente entra tranquilo en las metas, en “la oficina” o en “la grupeta”, bastante retrasado respecto al vencedor).

—Por apretar: ¿Alpes o Pirineos?

—Ojalá toque en los Alpes, pero pinta más a Pirineos.

—¿No le da rabia andar tan atrás en el pelotón y en la clasificación?

—Hombre, por preferir, evidentemente me gustaría estar en la disputa del podio, con el resto de los candidatos. Sin embargo, el programa cambió cuando me lesioné en el Giro. En el plan original no incluimos el Tour. Por eso, debo prepararme para la Vuelta y lo que caiga aquí será bienvenido, no había forma de luchar por la general. Desde 2008, en todas las grandes rondas en las que he participado mis ambiciones eran las máximas. Tampoco sucede nada por ir con calma en una grande. La escuadra entendió la situación y la aceptó.

—Ha regresado a su época de gregario.

—(Risas). No me importa ayudar o portar bidones. Mis compañeros se muestran agradecidos. Aunque sí me han vacilado, somos un equipo, nos llevamos de lujo.

—La Vuelta la afrontará sobrado.

—No pienso que sobrado, pero fijo que en un buen momento si nada más se tuerce. El trabajo y sacrificio del inicio de la temporada permanece. Habrá que sacarlo para la Vuelta, donde sí que deseaba aspirar al cajón desde que arrancó 2014.

—¿No le impone una futura rivalidad con Froome o Quintana, que puedan quitarle una nueva ocasión en una grande?

—Me parece positivo que corran Froome y Nairo. Mejor, más control para la carrera. Tengo que confiar en mí.