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Tour | Cuarta etapa

El pavés de hoy intimida y provoca medidas especiales

El Sky situará entre 24 y 33 personas en puntos estratégicos, armados con ruedas y bicis de recambio. Contador: “Es una lotería, es un día de auténtica supervivencia".

Lille
Egoitz García.
JESUS RUBIODIARIO AS

Si una cosa ha quedado clara en cuatro etapas de este Tour, es que el pelotón teme al pavés. Nueve sectores adoquinados, 15,4 kilómetros de los 155,5 del total a completar entre Ypres y Arenberg, van a generar una movilización de carácter preventivo y componentes especiales, como los tubulares más gruesos.

El Sky situará entre 24 y 33 personas en puntos estratégicos, armados con ruedas y bicis de recambio, en caso de caída o pinchazo. Tinkoff colocará a 20 auxiliares, mientras que Movistar empleará a doce, que podrían doblar turno. Para redondear, se prevé lluvia. Lo que significa barro y mayores dificultades. En el pelotón esperan “un día histórico”, como ha definido Eusebio Unzué.

Equipo. Froome, con las muñecas tocadas, deberá superar un duro test. En Londres ya había avisado de que la jornada sería como “un batido”, por lo agitado de la pelea y el traqueteo de las piedras. La táctica del equipo británico, ocurra lo que ocurra, no se negocia: todos alrededor de su líder, pierda contacto o vaya en cabeza. Por su parte, Nibali y Valverde subrayan la importancia de verse arropados por sus compañeros: “La escuadra ocupará un lugar decisivo en la estrategia. Puede suceder cualquier cosa y habrá que permanecer unidos”.

Alberto Contador pronostica “una lotería, una etapa de auténtica supervivencia”: “Anuncian tormenta, mucha agua y vientos de más de 30 kilómetros por hora. Únicamente quiero terminar con el mejor balance a nuestro alcance”.

Egoitz García, el heredero de Flecha en el adoquín

Desde la retirada de Juan Antonio Flecha, Egoitz García ha heredado su condición como mejor especialista español sobre pavés. A él le gusta el papel: “Claro que me encantaría conseguir sus resultados en estas clásicas. Flecha tiene podios en la Roubaix y Flandes, mis carreras favoritas. Ojalá pueda seguir su camino”. De chaval se fijaba en Johan Museeuw, “quizá el mejor, aunque Boonen es otro crack”. El vasco (nacido en Atxondo hace 28 años), que ha logrado varios top-ten en el norte, afirma que debes “sentir vocación” para afrontar las piedras: “A mí me entraron por los ojos al ver estas pruebas por la tele. Luego, como pedir sale gratis, solicité al Cofidis disputarlas. Y me motivan, ahí me encuentro en mi salsa”. Tanto, que se muestra encantado de posar como si de un harrijasotzaile se tratara: “Pero los levantadores de mi tierra tienen más mérito”. Aunque Egoitz derrocha sentido del humor, se pone serio para analizar las características de un buen corredor para el adoquín: “Primero, vivir con pasión la disciplina. Luego, con una superficie rugosa e irregular como el pavés hacen falta muchísima fuerza y potencia”. Los últimos componentes se adquieren con el paso del tiempo: “Experiencia y resistencia”.